CAPITULO 24: Chica Triste

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Nicole

Al día siguiente me levanté totalmente descansada pero con unas pequeñas e insignifacantes punzadas de dolor en la espalda por la incomodidad de la postura en la que había estado durmiendo.

Me puse de pie para encontarme delante mía una mesa metálica con ropa negra. La misma voz distorsionada desconocida de siempre me mandó ponermela y obedecí. Ahora estaba con ellos y debía hacer caso si no quería perder la oportunidad de poner las cosas por fin en orden.

Una vez estuve vestida me atreví a hablar:

- ¿Qué debo hacer ahora?

- ¿Crees que has aprendido la lección Nicole? - la voz chirriante inundó la habitación.

- ¿Me vas a decir quién eres? - me atreví a preguntar

- Crees que has aprendido o no la lección - dijo en un tono intransigente y enfurecido

- Quién eres - dije dando un fuerte golpe quitandome de encima toda la rabia y la ira acumulada por las imagines que me enseñaron.

Sonó un ruido metálico justo detrás mía y no vacilé un segundo para girarme. Ya se por donde entraron los hermanos, era una especie de fina placa brillante que se movía hacia un lado. Por esa apertura echaron a una chica joven que me resultaba familiar.

La lámina se cerró quedando totalmente camuflaba con la pared.

La chica de cara a la pared, chillaba y daba golpes llorando desesperadamente.

- ¡Porfavor dejarme salir! ¡Me hicisteis una promesa! Mentirosos - dio varios golpes más. Parecía una auténtica loca. - ¡Mentirosos!

Me quedé ahí quieta totalmente paralizada observando. La voz, el pelo... me resultaba familiar. La chica se giró poco a poco y se quedó impactada al verme y yo igual.

Se trataba de Chloe. La misma que había intentado matarme o hacerme daño. Por un lado sentí rabia e impotencia hacia ella pero luego pensé en que ella estaba en mi mismo bando.

- Mátala - ordenó la voz de los altavoces

Al principio no supe que hacer, tenía dos ideas contrarias en la cabeza. Había algo que me empujaba a confiar en Chloe, y creo que fue por  el hecho de que tuviera los ojos rojos de llorar y la voz quebrada de gritar con toda su alma. Pero ese sentimientro como si fuera una fina lámina de cristal, se rompió cuando en la parte del proyector se elevó del suelo una pequeña plataforma con un cuchillo.

Como tardé varios segundos en volver a reaccionar, la voz volvió a resonar en la sala.

- Mátala Nicole - tomé aire y corrí hacia el arma cogiendola con fuerza.

Y Chloe se movió hacia mí sin tomar cuenta del peligro al que se exponía.

Me limité a acatar las órdenes recibidas.

Si estoy con ellos, si les apoyo podré vengar a Ray y ser por fin libre.

Ahora que me paraba a pensar, Ray había causado un efecto enorme en mí y básicamente fue el que intentó evitar que me encerraran para siempre y el que me ayudó.

Salté encima de Chloe para tirarla al suelo donde la intenté clavar la afilada cuchilla pero ella me lo paró como pudo mientras evitaba no llorar más.

So podía decir que la rabia se apoderó de mí.

Mientras yo la atacaba reiteradamente y ella se defendía de la mejor forma que podía, la acorralé en la misma pared donde se dio un fuerte golpe.

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