✨ 𝚂𝚑𝚒𝚗𝚎 𝚠𝚒𝚝𝚑 𝚖𝚎 ✨

Ｓｉｌｅｎｃｉｏ

ℂ𝕒𝕝𝕦𝕞

Al despertar Mar seguía dormida en mis brazos tan tranquila que decidí no moverme, hace mucho no la veía tan cómoda al dormir y sinceramente no me quejaba de tenerla cerca después de los malos ratos de ayer.

Empezaba a abrir sus ojos con pesar, cerré los míos rápidamente fingiendo seguir dormido y después de unos segundos sentí sus dedos sobre mi piel por lo que supongo trazaba mis tatuajes, quería moverme con desesperación para acariciar su cuerpo así como ella lo estaba haciendo conmigo. Intenté abrir los ojos lentamente pero se alejó de mi y al abrirlos por completo la encontré dándome la espalda haciendo exactamente lo mismo que yo, fingía que dormía.

Me pegué a ella por detrás oliendo su cabello a shampoo y rodeándola depositando besos en la piel que la playera over size dejaba descubierta, principalmente su hombro haciendo que se tensara pero evitando voltear.

-Sé que estas despierta- seguí con mis besos por cuello, su nuca y parte de su espalda alta -Vamos Ángel, dime algo- suspiró resignada y volteó a verme aún recostada en la almohada con el cabello alborotado y sus mejillas sonrojadas.

-¿Cómo no iba a despertarme si estás encima de mi?

-Nunca antes te quejaste por despertar de esta forma

-¿De qué forma Calum?- estaba coqueteando conmigo y evidentemente no desperdiciaría mi oportunidad, me puse con cuidado encima suyo recargándome en mis codos a los costados de su cabeza y poder tener accesos con facilidad a su cuello. Abrió sus piernas para dejarme en medio y su pecho subía y bajaba con rapidez, la playera que traía puesta se levantó hasta arriba de sus muslos dejando a la vista sus panties azules.

-De esta forma bebé- pasé mis labios por todo su cuello hasta llegar a su mandíbula haciéndola suspirar, dejé algunas marcas y me apreté en su centro sin que lo esperara, de su boca salió un gemido y sin pensarlo la besé con desesperación y necesidad de sentir más de ella.

Pasaba sus manos por mi nuca y sus piernas se enrollaron en mi cadera dándome mayor acceso, sus gemidos se perdían en nuestro beso que se intensificaba con desesperación.

Se encargó de quitarme los shorts deportivos que me puse para dormir con Luke y la ayudé un poco con la camiseta de tirantes tirándola al piso al segundo de quitármela por completo.

Dimos la vuelta y quedó encima mío, sus mejillas estaban aún más sonrojadas, sus rizos se acomodaron uno encima del otro y caían por encima de sus hombros. Se veía jodidamente sexy, me tenía a sus pies y no se daba cuenta; volvió a besarme moviéndose en el bulto de mis bóxers.

-Me fascinas, eres preciosa y no puedo dejar de pensar en ti- me calló con otro beso que seguí perdiéndome en ella una vez más, mis manos estaban en sus mejillas y se separó viéndome a los ojos mientras se quitaba la playera lentamente.

Estaba a la mitad dejándome apreciar sus curvas y sus panties, estaba babeando literalmente y necesitaba sentirla por completo; pero la maldita puerta se abrió asustándonos y Luke apareció en la habitación con cara de bobo y Sierra sonrojada atrás de él.

-¡¿Es en serio Luke?!- cubrí a Mar aún encima mío con las sábanas y escondió su cara en el hueco de mi cuello mientras reía.

-¡¡LO SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTOOOO!!- gritó saliendo del cuarto y Sierra estaba riéndose a carcajadas al igual que Mar.

-Mi novio tiene una maldición- nos dijo sin parar de reír, Mar se acostó a mi lado riendo y sin aguantar hice lo mismo -En fin chicos, sólo vine por ropa- se acercó a su maleta sacando unas cuantas prendas.