Burgers and Royalty

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𝕄𝕒𝕣

Estaba en la fila de In-N-Out, moría de hambre y como siempre yo tenía que ir por la cena porque Tim y Mariana dormían toda la tarde y al llegar la noche odiaban salir del hotel.

Estaba a punto de pasar pero un chico chocó conmigo y una de las hamburguesas que traía en su charola cayó haciéndose completamente incomible.

-¿Estás bien?- le pregunté apenada, aunque en realidad no había sido la responsable de la pérdida.

-Si, que vergüenza- me contestó con un acento muy marcado, alcé lo que quedaba de la hamburguesa y la tiré.

-No te preocupes, si gustas puedes pasar antes que yo para reponerla o si quieres puedo pedirla por ti- le dije mientras limpiaba mis manos llenas de mostaza.

Cuando presté más atención a su cara tenía facciones muy marcadas, cabello corto, lindos ojos de un color entre claro y fuerte, nariz grande pero acorde a su cara; era atractivo, llevaba una sudadera, shorts para hacer ejercicio y tenis Adidas.

-No es necesario, no te preocupes- me sonrío

-No tengo problema- le devolví la sonrisa

-Sólo acepto porque mis amigos me matan si saben que tiré una hamburguesa, en un momento vuelvo- desapareció de mi vista unos momentos para después regresar a mi lado.

-¿Listo?- asintió

-Hola, ¿Qué van a ordenar?- la chica del mostrador vió al chico a mi lado y empezó a agarrar su cabello.

-Por favor- le dije al chico con un gesto

-No no, por favor tú primero- dijo devolviéndome el gesto.

-De acuerdo, serán tres hamburguesas dobles, tres malteadas de chocolate dos son crema batida y la última con doble chocolate sin crema batida, también papas con queso para compartir- dije rápido para no perder el tiempo, solté el aire en mis pulmones y agregué -También una hamburguesa sencilla, por favor- sonreí y la chica quedó pasmada un momento para después agregar todo en la computadora.

-Serían 10 con 80 centavos-

Saqué un billete de 20 para entregárselo pero el chico sin nombre le entregó una tarjeta dejándome con el billete en la mano, realmente era lenta para pagar.

Nos pusimos a un lado para no estorbar al esperar el pedido.

-Solo tengo billetes de 10 y 20- le dije contando el dinero en mi cartera.

-No tienes que pagarme, fuiste muy amable y paciente al dejarme pasar en la fila de In-N-Out donde todo el mundo vive estresado por no comer cuando lo desean- me reí ante su comentario.

-Tienes mucha razón, es un gran reto estar aquí en la noche y con hambre, pero déjame pagarte, en verdad me apena mucho no hacerlo-

-Podrías pagarme con tu número- sonrío mirándome a los ojos, este chico era un completo galán era muy obvio.

-No le doy mi número a cualquiera- contesté al ir por el pedido que ya estaba listo.

-Aunque sea tu username- volvió a insistir mientras tomaba un sorbo de mi malteada.

-Mmmmmm está...- sentí un pequeño jalón en la sudadera que llevaba puesta de Panteón Rococo, era más un vestido por lo grande que era y la usaba de esa forma.

-Disculpa- volteé y era una niña pequeña de unos 6 años -¿Puedo tomarme una foto contigo?- preguntó tímida.

-Por supuesto linda- la mamá de la niña estaba más que lista con su teléfono en la mano, me hinqué para estar a su altura, me abrazó por el cuello haciéndome reír y sonreímos para la foto.

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