Capitulo 5

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La ropa de Taehyung le quedaba enorme a Jungkook. Él estaba muy delgado y le faltaba músculo. Taehyung tenía ganas de alimentarlo con toda su alacena y un banquete entero. El chico lo necesitaba urgentemente.

Taehyung le dejó el plato con dos porciones más de pizza y Jungkook las comió con gusto mientras el mayor le servía un poco de agua en un vasito. Lo veía disfrutar la comida y mirar el apartamento a su alrededor. A Jungkook le parecía un lugar bonito a pesar de solo tener libros y unos cuadros pequeños colgando de la pared.

Bueno, por lo menos había una televisión y un sillón cerca del balcón.

Y un piano de pared.

— ¿Cuántos años tienes Jungkook? — le preguntó Tae mientras cerraba la ventana del balcón por tanto frío que entraba.

Jungkook tragó el ultimo pedacito de pizza y dijo:

— Diecisiete.

Tae se sentó con él en la mesa.

— ¿Y tus padres...?

Jungkook lo fulminó con la mirada y lo hizo callar con solo verlo a los ojos. Taehyung se quedó pasmado al notar que eran demasiado celestes y brillosos para un joven desamparado y solitario, golpeado por la vida entera.

— Así que... —Tae no sabía muy bien qué decirle — bueno, supongo que hacia varios días que querías dormir en algún lado.

— Sí. Cada persona que pasa y le pido que me pague un motel barato, solo se aleja y me mira con cara de loco. Rayos, ni siquiera me dan una maldita monera. —Jungkook se alzó de hombro — aunque supongo que con esta pinta me querrán dar algo. Ahora estoy bañado. — dijo fingiendo alegría.

Tae inclinó la cabeza. De verdad le daba mucha pena e impotencia no poder hacer más.

Él se pasó la mano por el cuello y miró su departamento. Jungkook no podía robarle nada de valor porque no tenía nada, a excepción de su cámara de fotos, su trípode y su piano... aunque era imposible que Jungkook sacara el piano del departamento él solo y sin hacer ruido. Tampoco iba a llevarse los libros, no valían demasiado, y la tele ni hablar: era demasiado grande como para sacarla.

Tae pensó qué había de valor en su casa. De pronto se tocó el pendiente que traía puesto y lo aferró con fuerza entre sus dedos. Había sido un regalo de su ex, era lo único de valor que había en esa casa. No solo por lo emocional, sino por lo caro que era. Un pendiente de dieciocho quilates de oro, con incrustaciones de plata para formar la bolita del pendiente.

— Escuché que esta semana haría mucho frío. ¿Te gustaría quedarte?

Jungkook casi escupe el agua que estaba bebiendo. Lo miró con incredulidad y pestañeó repetidas veces, sin poder creer lo que estaba escuchando.

— ¿Qué?

— Quédate aquí hasta que pasen los días de frío. No me gustaría dejarte en la calle cuando ya te mostré un hogar tibio en donde dormir y resguardarte de la lluvia. Mi consciencia no me dejaría en paz.

Jungkook lo vio tan apenado que solo bufó en un suspiro pesado y volvió a verlo de reojo.

— Me quedaré

Tae le sonrió, pero Jungkook volvió a hablar con sarcasmo:

—Pero no te quejes si te desaparece algo

Tae se tocó el oído y Jungkook vio esa acción.

El menor se alzó de hombros.

— Antes en la parada del bus pensé en robarte el pendiente, pero no es algo rápido de robar ¿sabes?

Tae le frunció las cejas.

— Creo que estás más preocupado por esa cosa que llevas en la oreja que por toda tu casa entera — completó Jungkook.

— Este pendiente es de un valor emocional muy alto. Si me lo robas voy a denunciarte con la policia.

Jungkook le sonrió casi en una mueca.

— Estoy bromeando Taehyung. Yo no he robado nunca. Me han robado a mí varias veces. Solo me dedico a pedir dinero y bueno... — Jungkook se rascó la nuca — quizás me he robado un par de galletitas de algún quiosco de dulces alguna vez, también había robado un cepillo de dientes y pasta dental, hubo una vez que alcance a llevarme una toalla y jabón cada tanto, pero no tenía alternativa, era eso o morir de hambre y suciedad. Como todos los demás.

Taehyung lo comprendió. Supo que Jungkook estaba diciendo la verdad.

—¿Entonces no me robarás nada?

— No lo haré, tranquilo. Tampoco voy a descuartizarte o algo parecido.

Ambos soltaron una risa y Jungkook bostezó.

—¿Dónde dormiré?

— El sillón se hace cama, pero es complicado desarmarlo... puedes dormir en mi cama o dormir sólo sobre el sillón, es bastante largo pero tendrás que hacerte bolita para entrar bien.

Jungkook miró el sillón y pensó sus opciones.

—¿Tu cama es mas grande verdad?

—Doble plaza para mí solito. Pero podría compartirla contigo.

Jungkook no pudo evitar contener una sonrisa que hacía tiempo no sentía.

— Gracias...

...por no verme como un monstruo. 

The Homeless boy TK ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora