Capitulo 3

2.6K 469 104
                                    

Jungkook acabó con sus hot dogs y tiró la bolsa a un tacho de basura. Ya se le había acabado el agua y ahora estaba sentado en un parque cercano al restaurante donde estaba Taehyung y Jimin.

La vida no era fácil para Jungkook. Nunca lo habia sido. Hacía diez años que estaba en la calle, hacía diez años que lo había perdido todo. Su familia, su casa, su hermanito... sus estudios primarios y toda su secundaria. Había perdido la vida entera.

Y todo seguía siendo una mierda.

Jungkook extendió un vaso descartable de plástico a unas personas que pasaban por el parque. Como era de noche, la gente se apresuraba a pasarlo de largo y maldecir porque debía conseguir un trabajo y no andar mendigando.

—¿Quién coño crees que me va a aceptar con estas pintas? — Le dijo de mala gana a una chica que también había dicho lo mismo. La chica se apresuró a llegar a donde había más gente por miedo a que Jungkook le hiciera daño.

Jungkook soltó una risa, no podía creer que la gente fuera tan estúpida. ¿Acaso iba a matarla con un vaso de plástico? Claro, incluso la iba a dejar en estado vegetal... o descuartizada.

Con un tonto vaso de plástico descartable. Sí, claro, era un arma mortal y altamente legal.

Jungkook miró hacia otro lado y enfocó su vista en el restaurante. En eso divisó a ese tal Tae que le había comprado los hot dogs. Tae salió del restaurante y caminó hacia una parada de autobus.

Jungkook lo siguió de cerca y se colocó detrás de él en la fila. Le tocó el hombro y cuando Taehyung se dio vuelta le ofreció una sonrisa.

—¡Hola otra vez! ¿Sucedió algo? ¿Qué tal estaban los hot dogs?

Jungkook hizo una mueca.

—Sí, estaban bien...

Taehyung lo miró de arriba abajo. Se notaba que Jungkook tenia frío, pues se le veian las venas rojizas de las manos por el congelamiento.

El mayor miró la bolsa con la pizza que tenía para llevarse a su casa y abrió para darle una porción a Jungkook, quien no esperó en comer rápidamente. La comida estaba caliente y eso bastava para quitarle el frío. Tae le regaló otra porción más y volvió a cerrar la caja de la pizza.

Varias personas los miraban desconcertados. Le querían decir a Taehyung que se alejara de ese chico que solo parecía un delincuente.

—¿Me puedes pagar un motel? Se ve que tienes dinero y yo me estoy muriendo de frío.

—No hay moteles por aquí cerca. Todos están alejados hacia el centro.

Jungkook gruñó molesto. El autobus que Tae debía tomar se estaba acercando.

Después de pensarlo varias veces, y antes de frenar el autobús para subir, Tae le dijo:

— Puedo ofrecerte dormir en mi departamento.

Jungkook alzó la cabeza. Era más de lo esperado.

—¿Seguro? Podría robarte, podría asesinarte y descuartizarte. Podría secuestrarte y llevarte con una mafia o venderte a una trata de hombres.

Taehyung soltó una risa.

—No tienes pinta de hacer esas cosas. Y no me lo dirías si lo fueras a hacer.

—Aunque te lo dijera no ibas a creerme. ¿Qué pasa si lo hago de todas maneras?

Taehyung se alzó de hombros, listo para subir al bus. Dejó pasar a una señora y se giró para ver a Jungkook.

— ¿Piensas venir o vas a morirte de frío ahí?

Jungkook se levantó y subió al bus con Taehyung.

— Quiero comer más de esa pizza luego.

— Claro — dijo Tae sonriendo mientras se sentaban — come todo lo que quieras.

The Homeless boy TK ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora