8.- Allanamiendo de morada

135 43 105
                                    

8.

Allanamiento de morada.

Recuperando mi diario

(Parte 1)


— Te está toreando a toda regla.

— ¿Crees que no me di cuenta? Obvio que sí, pero necesito responder. Mostrarle que de Zoey Ashton nadie se burla.

— ¡Ese es el espíritu! Aunque siendo sincera no hay nada que podamos hacer y no conlleve 10 años de cárcel.

— ¿O sí? No sé si me entiendes.

— No, en realidad nunca lo hago y ahora menos — respondió con cierto tono de obviedad y yo golpeé mi mano en mi frente.

— Lo que quiero decir es... ¿y si recuperamos nosotras el diario?

— Eso es allanamiento de morada.

— No vamos a hacer tal cosa — utilicé el mayor tono sofisticado posible y Taylor arqueó una ceja incrédula — solo vamos a entrar a una casa ajena y recuperar lo que es mío, no le veo lo malo a eso.

— Deja que te refresque la mente — colocó sus manos en cada unos de mis hombros para moverme brutalmente al hablar —  Quieres que nos colemos en una casa ajena y cogamos algo en ella, científicamente sería allanamiento de morada y robo.

— Siempre haces parecer este tipo de planes como locos. —

— Es que lo son, chica estás loca — dijo alterada — y me gusta.

Su humor cambió radicalmente pasando de sería y buena amiga a divertida y loca amiga, adoraba a Taylor. Sorprendida por su reacción yo también Sonreí.

— Allanamiento de morada... Mola.

— Sólo vamos a recuperar lo que es mío.

— Y a acabar con él — Taylor hizo sonar los crujidos de los huesos de sus dedos como psicópata.

— Solo recuperáremos mi diario.

— y luego... — volvió a crujir sus dedos.

— nop.

— Lo que tú digas — se rió.

— Es enserio — dije sonriendo.

Uno. Dos. Tres segundos contamos ambas en nuestro interior, nos levantamos de la cama de un salto y nos miramos con sonrisas traviesas, sabíamos lo que venía y estábamos más que preparadas.

— Vamos — las dos juntamos en un puño una mano diferente una a la vez que lo dijimos — a — juntamos también nuestas manos libres quedando juntas las dos formando una X — por — llevamos a un lado distinto nuestras caderas — todas — gritamos a la vez que chocamos un lado de las caderas.

Después empiezamos a bailar  por separado en el piso de mi habitación con los pies descalzos haciendo contacto con las frías baldosas.

A través de mi diario [En Proceso 💕]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora