7.- Código rojo

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7.

Era una farsa.

Código rojo

Durante el día anterior los miembros del grupo B nos habían atacado por sorpresa con pistolas de agua durante el recreo dejándonos totalmente mojados y presas de las burlas de todo el comedor, mojaron a más de la mitad de los compañeros de mi salón incluyéndome.

Este día sería la revancha

Lo , eramos muy infantiles y eso que eramos los finalistas

No permitiré que mi sala salga a atacar a otra, siendo yo la delegada, — Allie recalcó eso último y todos empezamos a gritarla por aguafiestas —  sin los materiales adecuados.

Todos empezaron a gritar, y yo entre risas hice lo mismo. Eramos toda la población de la sala por lo que agrupados y así de apiñados se podía apreciar una gran multitud y entre tantos cuerpos había perdido de vista a Taylor. Rodeamos la mesa en la que Allie estaba subida mientras ella nos tiraba globos llenos de agua y pistolas de agua llenas de pintura para que los atrapáramos, como locos algunos de los chicos dieron sus gritos de guerra, nuestros enemigos se arrepentirían.

— ¡Gritar más bajo que los demás tienen clases! — se quejó asomándose en el marco de la puerta un profesor y eso hicimos, gritar como gente afónica.

¿Por qué estaba así yo también? Pues no sólo me mojaron desde la punta de la cabeza hasta los pies sino que gastaron una deliciosa comida ¡MI COMIDA! Mamá la había hecho con amor, dedicación y....

Max también estaría

Era mi oportunidad para dejar de ver a Max desde las sombras como psicópata y aunque sea entre guerra de pintura, gritos y locura poder darle una buena impresión de mí. Ya se había llevado bastantes malas impresiones de mí por cierto y quería cambiar mi suerte, tal vez surgía la chispa y se enamoraba de mí.

— ¡ESOS IDIOTAS VAN A DESEAR NO HABER NACIDO! — gritó Dan.

— SIII

Como toda gran masa todos juntos corriendo y gritando salieron del salón, el suelo parecía temblar por el sonido de múltiples pasos así que esperé a que todos se fueran y cogí la pistola de agua, ahora recargada con pintura, entre mis dos manos y con pasos decididos me preparé para conquistar a Max de una vez por todas y de paso repartir pintura en sus compañeros.

Antes de que pudiera apenas cruzar la puerta, un cuerpo se interpuso en mi camino. Un chico muy alto, vestido completamente de negro con la capucha de su suéter en la cabeza dejando libre algunos mechones rebeldes ligeramente ondulados de su cabello negro resaltando sus ojos azules de mirada intensa, auriculares en sus oídos y sus manos en los bolsillos del suéter.

— ¿Axel, qué quieres? — fui directa y me detuve frente a él cruzándome de brazos ya que no me dejaría salir fácilmente.

— Te acuerdas del trato ¿Verdad?

— ¿Cómo olvidarme de él?

A través de mi diario [En Proceso 💕]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora