4.- ¿Quién será el de la nota anónima?

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4.

¿Quién será el de la nota anónima?

Modo detective activado

- ¿Te puedes creer que mi mamá no cree que pueda conseguir mi carnet de escúter?

La verdad era que sí. Taylor no era muy buena haciendo pruebas, y esta no era la excepción. Llevaba cuatro años haciendola y siempre suspendía. La última vez casi le atropella a una anciana, el señor que la examinaba quedó traumatizado y eso que yo lo conseguí a la primera.

No pude evitar reírme.

- Es enserio me dijo que estaría orgullosa si sólo no habían víctimas esta vez. - susurró dramática y yo intensifiqué mis carcajadas.

- ¡Deja de reirte así, suenas como a un hipopótamo ahorcado por un cisne... Un día de navidad! - chilló desde la distancia un chico cualquiera, sus amigos le chocaron las manos por el chiste malo y se rieron.

- Ignora los. - aseguró Taylor al verme mirarlos. Decidió cambiar de tema.- Esta vez, pienso quitarme el carnet.

- Espero que no haya una anciana desvalida de por medio. - me burlé entre risas y ella me fulminó con la mirada.

- ¿En qué estabas pensando? - cambio brutamente el tema, de nuevo. No apartó la vista de su comida en ningún momento, pinchó el tenedor en la albóndiga y se llevó a la boca de forma elegante lo único que la quedaba en el plato. Yo me quedé confusa.

- ¿Eh? - susurré confusa al entender su pregunta. Debió entender mi cara de: ¿Eh? Porque enseguida respondió mis dudas.

- Llevabas un buen rato con la mirada perdida y...

- Taylor, he perdido mi diario y tengo que encontrarlo antes de que se lo quede nadie.

- ¿Ese en el que criticabas a los compañeros y pegabas sus fotos en las páginas en plan Regina George?

- sí, y ahora estoy recibiendo cartas anónimas algo amenazantes.

Deslicé mis dedos por el bolsillo trasero de mi jeans y de él saqué el papel con la nota del anónimo. Se lo entregué y ella lo desenvolvió y procedió a leerlo en voz baja.

- Podría ser una broma.

Me recosté sobre la mesa para estar lo suficientemente cerca del rostro de Taylor.

- Por eso debo confirmarlo y para eso debo llegar a la torre Eifel. - dije entre susurros asegurándome de que nadie nos oiga pero todos los adolescentes en el comedor estaban hablando sobre sus cosas y se me hacía fácil.

Me recompuse.

- Tenemos. Yo no me pienso quedar mientras tú - señaló mi pecho. - Te escapas de clases.

- Nunca dije...

- Tenemos que llegar a la torre lo antes posible.

- Tienes razón, saldremos de clase sin que nadie se dé cuenta.

- Me gusta, escapáremos del insti. - sonrió malévola mientras entrelaza sus manos como si de un villano se tratara, yo rodé los ojos divertida.

A través de mi diario [En Proceso 💕]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora