12.- Una trampa

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12.

Una trampa.

¿Celosa, yo?


— Buenos días, princesa — me saludó papá una vez que atravesé la cocina.

— No me gusta que me llames así y lo sabes, ya no soy una niña — ¿Por qué la gente se empeñaba en ponerme apodos tan ridículos?

— Sigues siendo mi sirenita Ariel — se dirigió a mí y me dio un beso en el pelo sin que pudiera evitarlo, sonreí inconciente.

— Y tú sigues siendo mi viejito — bromeé.

— ¿Yo, viejito? Te quedan varios veranos para verme envejecer, jovencita — elevó uno de sus brazos señalándome con un dedo y fingió un crujido — ¡Ay, mi mano!

— Con que varios veranos ¿Eh?

— Qué raro que despertaste temprano ¿Habrá un terremoto o algo? — se burló mamá dejándome en la mesa el plato de desayuno completo.

Huevos, beicon fritos, leche y patatas fritas.

Los huevos fritos formaban dos ojos y y el beicon, la sonrisa. Inspiré dejando disfrutar del delicioso aroma de un desayuno perfecto.

Tiré de la silla de madera instalando mi trasero en ella, analicé la situación un rato y miré a mis padres seguidamente con una mirada acusadora.

Buen desayuno. Nada de gritos por que me despierte. Música alegre mientras desayunamos.

Y no es mi cumpleaños...

¿Cuál es la trampa?

De repente inundó el silencio.

— Ninguna.

Cogí el tenedor y me permití disfrutar del delicioso desayuno, su sabor delicadamente sabroso despertaba cada sentido de mi parte explorando un sin fin de emociones a la vez. No me sentía satisfecha, tenía ganas de más aun con el plato vacío y el vaso de leche igual.

No puedo ni moverme

Ahora sí ¿Por qué del desayuno de los dioses? — miré a mamá con sospecha.

— ¿Por que te haga un buen desayuno y no te despierte gritando debe haber una...?

— Estaría bien que desde ahora fueras al instituto con el vecino de al lado, tiene coche propio y asistís juntos. Podemos ahorarnos dinero — añadió papá mirándome directo a los ojos.

Sabía que estábamos en una situación económicamente delicada, que teníamos que ahorrar dinero y consumir lo menos posible. Por eso me había ganado una beca para un instituto privado pero ir junto con Axel en SU coche, para mí no era una opción.

A través de mi diario [En Proceso 💕]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora