𝟎𝟑. Cuando los Cullen se fueron

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❝Cuando los Cullen se fueron❞

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❝Cuando los Cullen se fueron❞

AIDAN SE REVOLVIÓ CON FRUSTRACIÓN ENTRE LAS SÁBANAS DE la cama, miró el reloj sobre la mesita a su derecha y suspiró.

2.30 A. M.

Otro grito de Bella lo había despertado.

Aquella era la segunda noche seguida, si eso continuaba tendría que robar algunas hierbas de la reserva de la tía para prepararle algo o simplemente la noquearia con algún hechizo.

Dudó entre cuál sería la mejor opción por un rato mientras contemplaba el póster tamaño gigante de las Tortugas Ninja sobre el techo de su habitación antes de salir de la cama con urgencia.

Para cuando llego al pasillo no fue raro encontrarse a su mamá con la bata de dormir puesta observando desde el marco de la habitación de Bella con preocupación.

—¿Otra vez?

Preguntó mientras limpiaba de su rostro cualquier rastro de sueño.

Lis asintió cansada.

—Ve a dormir. Seguro en un rato más Charlie la puede tranquilizar.

Aceptó en calma y se alejó sin decir nada aunque tenía mil y una razones para debatir que no le dejarían dormir porque todo había empeorado cuando los Cullen se habían marchado hace algunos días.

Ninguno se había despedido, sin mensajes o cartas, habían desaparecido sin más.

El día que Laia había regresado de la Reserva con un ojo a punto de explotar e hirviendo, Bella se había perdido en el bosque. No la habían encontrado hasta entrada la noche gracias a Sam Uley.

Laia se había recuperado pero aún estaba con el riesgo latente de una recaída y aunque el ojo tenía buen aspecto y parecía normal, ella no estaba bien, menos cuando no se había tomado con tranquilidad la huida de los Cullen.

En conclusión todo en casa era un caos.

Por un lado estaba Bella teniendo pesadillas que los despertaban a todos a mitad de la madrugada mientras se hundía en una depresión inexplicable y por el otro estaba Laia, dispuesta a seguirle el paso.

Y Aidan por supuesto no se podía quedar atrás.

Mil ideas habían inundado su mente desde el baile escolar; se sentía triste, y toda la desgracia parecía caer sobre el nombre de Jasper.

¿Estaba bien culparlo por ser feliz?

Habían pasado años y la ilusión había crecido en su pecho, añorando que tal vez el de hebras rubias notará por fin su amor algún día y pudiera corresponderle de la misma manera pero las cosas difícilmente toman el rumbo que uno desea y claro que Jasper debía seguir su camino, al igual que él.

Pero Aidan no estaba listo.

No podía porque le era difícil, no podía porque lo amaba demasiado, y eso sobre todo, le lastimaba muchísimo.

BEFORE THE DAWN⎯  Caius Volturi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora