❝BEFORE THE DAWN❞ | Dónde las circunstancias llenas de magia, metáforfos y vampiros además de las estúpidas decisiones de Edward y Bella, hacen que los caminos tan opuestos de Laia y Caius se crucen uniéndose para siempre.
TWILIGHT SERIES #1
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❝Algunas verdades❞
EL JOVEN DE CAMISETA CON ESTAMPADO A RAYAS avanzó por toda la sala de estar en medio del tintineo característico de la música del intro de su programa de tv favorito mientras bolsas rebosantes de snacks le cubrían por completo manos y brazos.
Aidan tenía la sala para él solo y esa noche no la desaprovecharía por nada; con Laia encerrada en su cuarto, la tía en algún retiro extraño a las afueras de Seattle, sus padres en alguna cena y Bella desaparecida en algún intento de olvidar a Edward, aquella sería su noche y ahora gracias a que se había sacado al insoportable de Matt Davids de encima, podía respirar feliz.
Pero recién colocaba el volumen correcto del televisor cuando Bella apareció por el recibidor hecha sopa por la llovizna del exterior; en el rostro traía una mueca inexpresiva y cuando notó su presencia alcanzó a disculparse con una mirada confusa.
A sus espaldas la risa de su hermana mayor tocó con molestia sus tímpanos; Laia se asomaba desde el barandal con una sudadera verde que le cubría los muslos, llevaba los audífonos colgado en el cuello y unas pantuflas de unicornio que su hermana Vanessa le había regalado el cumpleaños anterior.
Laia se carcajeo cuando vio a su hermanastra cruzar la puerta con una expresión de hastío y no tardo en burlarse.
—Ay Bella, es que solo a ti se te ocurre salir con Jacob y el baboso de Mike Newton al mismo tiempo.
Bella había pasado las últimas semanas en compañía de Jacob y este había estado feliz, con la sanguijuela de Edward Cullen lejos le sería más fácil llegar al corazón de la castaña. Desde entonces Bella se la pasaba en La Push arreglando motocicletas junto a Jake y horas atrás se había anunciado que iría al pueblo a ver alguna película en el viejo cine junto al Black y Mike Newton.
Laia supo al instante que eso terminaría mal; no sólo porque de verdad las películas en el cine que parecía caerse a pedazos en el centro de Forks eran malas, sino porque ella ni loca se atrevería a poner al par de tontos juntos en algún lugar cerrado.
—Mike es mi amigo, por lo menos yo no utilizó la hipocresía —atacó de pronto la Swan.
—Ouch, ¿Se supone que debería ofenderme o algo? —la de piel piñón parpadeó ofendida aún en tono de burla mientras se recargaba en la protección de las escaleras.
—Solo... No quiero oír nada, me voy a mi habitación.
Aidan yacía viéndolas en las sombras con molestia, esa sería su noche y ya la habían arruinado.
—Nuestros padres iban a salir a cenar —anunció la contraria—. La tía Sara no regresa hasta mañana, así que solo somos nosotros tres —Bella frunció las cejas ante el comentario y luego asintió en señal de haber procesado finalmente la información—. ¿Quieres pedir comida? No creo que ninguno de esos tontos te haya invitado algo.
