Capítulo 21.

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—¿No prefieres pedir permiso a Naruto?-- tanto ella como Kai y Kakashi salían de la aldea.

—Dudo que me necesite, además no permitiré que sigas saliendo sola, Kai no tiene dominio de su habilidad y tú aún tienes mucho de qué recuperarte.

—¿No sería bueno que al menos la maestra Tsunade lo sepa? -- esta vez fue Kai quien se expresó.

Kakashi lo pensó un momento, de inmediato supo que si no pedía permiso a Naruto, mucho menos se lo pediría a Tsunade, era obvio que se negaría después de lo que había pasado antes, ella tenía sospechas desde antes que lo suyo con Sakura fuera real.

—Lo que sería mejor es darnos prisa. Cuanto más pronto lleguemos, más pronto Kai domina su potencial.

Llevaban un día de camino, momento exacto en que Naruto destilaba fuego de su ser, pero claro, ellos no saben eso.

—Hay que quedarnos aquí, hay un lago y el ambiente es relajante, en definitiva es un buen lugar para relajarte y controlar tu chacra Kai. -- Sakura sonrió.

Kakashi los observaba feliz, ella era una excelente maestra, ponía dedicación y enseñaba con paciencia, y claro, Kai era un buen estudiante, atento y responsable.

—¿Por qué no le enseñas a subir un árbol como a nosotros en el pasado?-- habló ella en voz alta.

—Claramente dominaste la técnica, tu control de chacra es mucho mejor, ¿Por qué me lo pides a mí?...

—Porque la mejor enseñanza se obtiene con el primer maestro.

Él sonrió bajo la máscara, y Kai lo acompañó con entusiasmo.

(...)

—De verdad está muy cansado. -- susurró Sakura mientras se le escapaba una pequeña risita.

Kai estaba profundamente dormido en el césped. Kakashi lo cubrió con una manta que empacó.

—De verdad es un gran alumno, espero que logre utilizar su habilidad sangrienta para algo bueno.

Giró a ver a la chica, ella veía la luna con una sonrisa, era tan hermosa. No se resistió y la abrazó por la cintura.

—K-Kakashi...-- jadeó sorprendida, y de inmediato observó al chico.

—Está muy dormido, no hay nada de qué preocuparse. -- bajó su máscara y besó sus labios con suavidad, ella se abandonó en la increíble sensación sin dificultad alguna.

Las caricias no se hicieron esperar, y pronto el lago de agua pura fue contaminado con su gran pasión.

No importó qué tan cansado estaba, Kai se despertó gracias a los sonidos de felicidad de Sakura, y lo que había aprendido del control ese día lo aplicó para mantener su alteración y vergüenza a raya.

Pero la felicidad no puede llegar en todos lados.

—Los permisos para salir de Konoha, los doy únicamente yo.

—Sabes perfectamente que la dejé encargada de Kai para tenerla distraída de todo el maldito lío de emociones negativas y sufrimiento. No es la primera vez que sale de la aldea. ¡Lo sabes!

—Lo repito. ¿Dónde está?

—Ya te dije que la envié a entrenar a Kai, ¿Cuál es tu maldito problema?

Tsunade estaba cruzada de brazos, era la cuarta vez que Naruto le preguntaba por el paradero de la pelirosa.

—¿Pero dónde exactamente?

La piedra preciosa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora