8》Desconcierto [+18]

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"Ayer vino un tipo solicitando el servicio de armas químicas. Arreglamos el encuentro por teléfono. Cuando le dije a Black Hat que el cliente en cuestión quería hacer un refinamiento de una serie de dispositivos que había adquirido previamente me ordenó que lo presentara directamente en su oficina. Era alto, usaba gafas redondas, vestía de gris; su sombrero y su sobretodo tenían el mismo tipo de tela. Y no tenía nariz. Por un momento me pregunté si eran parientes lejanos o algo. Creo recordar que no es la primera vez que se ven, y siento que Black Hat veía el refinamiento pedido tan innecesario como molesto.

La cuestión es que aquel tipo había tenido un par de inconvenientes con sus empleados, incluyendo la manufactura de sus productos. Necesitaba más material para vender, algo más estable.

Aunque al anunciar su llegada Black Hat no parecía tan interesado, aquello cambió al tenerlo presente. Me pidió que fuera a buscar una serie de cajas con las armas disponibles. Un hatbot me ayudó en el proceso. En un momento una de las cajas que sostenía me hicieron perder el equilibrio y choqué agresivamente con el cliente, y sus gafas se cayeron.

Me agaché para tomarlas y dárselas, pero tomó mi muñeca tan fuerte que casi me la rompe. Eso provocó que se me cayeran, aunque puedo asegurar que mis huesos sufrieron más daño que aquellos vidrios.

'¿Qué te pasa? ¿Siempre eres tan descuidado? ¿Tan estúpido?', me dijo exterminando la calma que había tenido todo ese rato. Me asusté. Fue peor que con Black Hat, porque al menos con él me espero lo peor a veces, pero esto fue demasiado. Y hablando de él, su sonrisa de deleite que pone ante los invitados también se fue. Con un chasquido hizo que su sombra volviera a poner en su lugar las gafas del hombre de gris, quien me empujó mientras parecía acomodarse dentro de sí. Luego de eso charlaron a solas.

Esa misma tarde el jefecito me dijo que cortara toda comunicación con él, que un afiliado así no tenía propósito. En eso estábamos de acuerdo".

---Que ternura. Si alguien me empujara estoy seguro de que el jefecito se uniría.

Slug prefería tener trabajo pendiente a tener que estar en las mismas cuatro paredes que Black Hat por más de quince minutos.

Su ejercicio mental más frecuente era preguntarse por qué carajo se había ido con el primer tipo adinerado que encontró en un bar. Dicho de esa forma sonaba como una noche de diversión para gente deseosa de placer, pero nada estaba más lejos de la realidad.

La repentina presión en lo que venía del día le produjo cierto elevamiento de temperatura; algo que lo molestó porque solía vivir en un lugar templado donde parecía que siempre era otoño, pudiendo vestir suéteres a todas horas. Tuvo que pedirle a 505 si seguía habiendo ropa de Flug en algún lugar. Y, en efecto, tenía un par de camisetas azules con un avión partido a la mitad que los robots se habían olvidado de empacar.

Para su gusto, eran horribles; aún no se las probaba y ya quería hacerlas pedazos. Eran prendas con un diseño infantil, pero era lo único que tenía para usar cómodamente por el momento. No quería tener que pedirle a alguien una donación de vestimenta porque ya sabía lo que ocurría cuando se te pasaba por la cabeza reclamar algo allí.

De cualquier modo, no se notaría tanto con la bata blanca encima.

Después de rascarse la nuca y golpearse la cabeza simbólicamente contra el escritorio, ya le quedaban pocos archivos por enviar en su computadora. Lo único que faltaba era chequear los paquetes recibidos que contenían objetos comunes y corrientes y llevárselos a su jefe para que les proporcionara un espíritu maligno.
Jamás se le hubiera ocurrido una idea semejante. Era ingenioso.

𝚁𝚎𝚎𝚖𝚙𝚕𝚊𝚣𝚘𝚜 [𝘗𝘢𝘱𝘦𝘳𝘩𝘢𝘵] [𝘝𝘪𝘭𝘭𝘢𝘯𝘰𝘴 & 𝘏𝘦𝘳𝘰𝘪𝘤]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora