3》 Comienzos

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A pesar de haber tenido uno de los peores días de su vida, Flug pudo conciliar fácilmente el sueño en aquel sofá de la sala de Penumbra.
Se despertó gracias al canto de unos pájaros. En la mansión nunca escuchaba las aves, en realidad rara vez escuchaba sonidos externos que lo distrajeran o relajaran.

Ahí también se dio cuenta de que el despertador que lo levantaba a tempranas horas no estaba entre su equipaje. Era una pena.

Aún quedaba un poco de té del día anterior para calentar, así que esa sería su primera acción del día. El patio de Penumbra se veía más bonito que antes, la luz resplandecía sobre todos los colores de su jardín, haciendo que el interior se iluminara con toques verdes. El té ya estaba listo.

---¿Qué haces?---preguntó Sunblast soñoliento, apareciendo sentado en la mesada donde Flug tenía su taza.

---Desayuno.

---¿Tan temprano? Son como las ocho. Estás desempleado, aprende a adaptarte.

Flug frunció el ceño. Cuando se trataba de personas como Sunblast, generalmente se enfadaba antes de entristecerse; por eso agarró la taza de té y fue a sentarse en la mesa de la sala como si no lo hubiera escuchado.

---Perdón---mencionó Sunblast ahora flotando detrás suyo---Aunque los nerds estén empezando a caerme bien, te sigo odiando.

---Me di cuenta. ¿A qué hora se levanta Penny?

---Falta como una hora. Hoy se iba a levantar más temprano para ir a hacer mandados.

---Deja, yo los haré.

---¿Qué? ¿Por qué?

---Porque tengo que hacer algo. Lo necesito, aunque a nadie le importe. No espero que lo entiendas.

---Sí, no lo entiendo---dijo denotando incomodidad---Pero al menos a ti no te encogieron y te encerraron en un frasco.

A Flug no le simpatizaban los héroes, pero Sunblast era el amigo de su amiga. Teniendo eso en común, podía llegar a verle el lado bueno. Por eso se rió del comentario.

En esa misma mesa estaba la lista con comestibles por comprar. El supermercado estaba a pocas cuadras, sería un mandado rápido. Por esa razón decidió no cambiarse, sólo ponerse los zapatos y una chaqueta marrón y abrigada que le traía imágenes a la mente sobre la fuerza aérea. Tomó el dinero necesario de su mochila y le pidió al pequeño rubio que le abriera la puerta, si es que podía. No se limitó a abrirle, también le alcanzó una de esas bolsas eco-friendly que Penumbra llevaba a todos lados. A Flug le pareció tierno de algún modo. Le agradeció y se retiró para caminar por las calles de Atreno City.

Habiéndose alejado unos metros de la casa, sintió un pequeño toque en su hombro derecho. Se quedó expectante, aguardando a que Sunblast le dijera por qué le había llamado brevemente la atención.

---En realidad, sí te entiendo---mencionó el más pequeño, evadiendo el contacto visual---Cuando desaparecí, nadie se molestó mucho en buscarme. En pocos meses ya nadie me recordaba. Por eso entiendo que necesites distraerte de alguna forma, aunque no a muchos les importe.

Flug no solía darle consuelo físico a muchas personas pero entendía, más con ese tono oscilando la aflicción, cuando alguien lo precisaba. Lamentó no poder abrazarlo, ambos parecían necesitarlo.

Tuvo que resignarse palmando suavemente y con dos dedos los cabellos dorados del pequeño héroe. El mismo no replicó otra cosa más que un gesto de molestia, pero no hubo oposición al respecto. Habiendo oído aquellas palabras, prosiguió su camino.

En serio que era raro para él ver un cielo tan despejado que permitiera el paso de la luz del sol por las calles. Por lo general en Hat Island el cielo se veía nublado debido a la contaminación y a la presencia de Black Hat.

𝚁𝚎𝚎𝚖𝚙𝚕𝚊𝚣𝚘𝚜 [𝘗𝘢𝘱𝘦𝘳𝘩𝘢𝘵] [𝘝𝘪𝘭𝘭𝘢𝘯𝘰𝘴 & 𝘏𝘦𝘳𝘰𝘪𝘤]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora