Capítulo 1

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Hermione era una niña de 11 años. Su pelo era castaño y rizado. Siempre lo llevaba suelto porque era indomable. Sus ojos eran marrones y mostraban determinación.

Vivía con sus padres en una pequeña casa en las afueras de Londres.

Su vida parecía perfecta.

Pero aquel día, todo cambió.

Ella estaba con sus padres, celebrando su cumpleaños, cuando alguien llamó a la puerta.

-¿esperamos a alguien más?-preguntó su padre-
-no que yo sepa-respondió su madre, que se dirigía a la puerta-

-Herms, cielo, esta mujer dice que quiere hablar contigo-dijo su madre, que entró seguida de una mujer-

-señorita Granger, encantada de conocerla al fin-saludó la mujer, a la que Hermione no había visto nunca-

-¿usted sabe quién soy?-preguntó la niña, sorprendida-

-claro que lo sé. Es Hermione Granger. Feliz cumpleaños, por cierto-dijo la mujer, sonriendo-

-¿cómo sabe eso? ¿Es usted profesora en mi escuela?

-soy profesora, pero no de la escuela a la que usted va. Precisamente de eso venía a hablarles. Señorita Granger, es usted una maga. Ha sido admitida en la escuela de magia y hechicería Hogwarts.

-¿qué tipo de broma es esta?-preguntó la madre de Hermione-

-le aseguro que esto no es una broma. Si lo fuera, ¿cómo sabría yo que su nombre es Jean Granger, lleva casada quince años, tuvo problemas para concebir a su primera hija, y su flor favorita son las margaritas?

-se habrá informado bien-replicó Jean, ahora más dudosa-

-es realmente imposible que los magos existan, hay pruebas científicas que lo demuestran-murmuraba Hermione-

-los muggles no se enteran de nada, por eso no nos han descubierto. Solo uno de ellos lo hizo, pero le borramos la memoria-dijo la mujer-

-¿los muggles? ¿Qué es eso?

-las personas no mágicas. Como sus padres.

-bien, suponiendo que lo que diga sea cierto, ¿cómo es que ellos son muggles y yo no?

-porque alguno de tus antepasados era mago. No se transmite todas las generaciones. Hay familias mágicas que tienen personas sin magia en ellas. Se llaman squibs-respondió la profesora-

-lo siento, pero sigo sin creérmelo-se disculpó Hermione con decepción en su rostro-

-es normal que no te lo creas, vives con muggles desde que naciste, es lo único que has conocido. Por eso, voy a haceros una demostración-dijo la otra, y sacó lo que parecía un palo fino y barnizado-

-¿qué es eso?-preguntó la niña, señalando el palo-

-es mi varita. Voy a mostraros cómo hago magia para qué veáis que es cierto-dicho esto, hizo un movimiento con la muñeca, y de la punta de la varita salió una luz blanca- este es el encantamiento Lumos, para iluminar.

-eso podría estar trucado-murmuró la señora Granger-

-vale, veremos ahora.

De la punta de la varita salió una nueva luz, que se dirigió a la mesa. Tocó una galleta, y esta se transformó en un hámster.

-entonces, ¿es cierto?-preguntó Hermione, que cada vez parecía más convencida-

-si, es cierto, señorita Granger.

-vaya, esto es fascinante. Jean, creo que esta mujer dice la verdad. Siempre supimos que nuestra pequeña Herms tenía algo diferente a los demás. Ahora sabemos que es algo magnífico. Es como si fuera un ser superior-dijo el señor Granger, que tenía un brillo de fascinación en sus ojos-

-yo...yo no sé qué creer-dijo Jean-

-mamá, esta mujer está diciendo la verdad.

-¿cómo decía que se llamaba?-preguntó el señor Granger-

-Minerva Mcgonagall, señor-dijo la mujer, estrechando su mano-



*meses más tarde*

Hermione iba en el metro con una enorme sonrisa en su cara. Se dirigía a comprar sus útiles escolares.

Pero el curso que estaba a punto de empezar iba a ser muy diferente a cualquiera de los anteriores.

Este año empezaría a estudiar en Hogwarts.

-esta es nuestra parada-indicó su madre, que estaba a su lado-

-¿dónde decías que estaba ese callejón?-preguntó su padre-

-el callejón Diagon. No está muy lejos de aquí. Tenemos que buscar un sitio llamado el Caldero Chorreante-explicó la niña mientras se bajaban del metro-

-aquí es-dijo Hermione cuando llegaron a un pequeño bar que parecía viejo-

-hola, buenos días. Queremos ir al Callejón Diagonal-dijo Jean-

-es Callejón Diagon, mamá-le reprimió su hija-

-¿muggles?-preguntó el que parecía el encargado-

-ellos si,yo no. Aunque siempre he vivido en el mundo muggle-dijo Hermione-

-bien, te enseñaré el camino-dijo el hombre y la familia le siguió hasta una pared de ladrillo-

-¿y ahora?-preguntó Hermione, impaciente-

El hombre no respondió, si no que dio tres toques en un ladrillo. La pared se movió formando un arco que daba a una enorme calle.
-wow, este sitio es increíble-dijo Hermione, que estaba boquiabierta-

-que disfruten del día-dijo el encargado, y se fue-

-bien, ¿qué es lo primero que tenemos que comprar?

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Bueno, pues este es el primer capítulo. Siempre he tenido curiosidad de cómo fue cuando Hermione se enteró de que era bruja, así que decidí escribirlo. Sé que las cartas no llegan el día de sus cumpleaños, pero me pareció que así quedaba mejor.
Espero que os haya gustado, y nos vemos en el próximo.

Tu sonrisa es mi felicidad- ROMIONE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora