Tu sonrisa es mi felicidad- ROMIONE

Capítulo 15

Cuando abrió los ojos aquella mañana, lo primero en lo que pensó fue en lo ocurrido la noche anterior.

Sonrió al recordarlo.

Se quedó en la cama unos minutos, simplemente preguntándose qué pasaría ahora.

Cuando oyó a sus compañeras de habitación levantarse, al fin recordó que tenía clase y debería levantarse.
También recordó que tenía un examen aquel día, e inmediatamente se empezó a preocupar por eso.

Así que cuando bajó al comedor y vio a Ron, apenas le saludó, ya que tenía la cabeza escondida tras un libro y repasaba todo el temario que le caería en el examen.

El pelirrojo se dio cuenta del estrés que tenía su amiga y decidió no molestarla por el momento, por mucho que quisiera hablar con ella.
Se limitó a apoyar su mano en el hombro de ella para intentar tranquilizarla.

Cuando se dirigían a clase para realizar su examen, Harry se fijó en que sus dos amigos iban cogidos de la mano, y en que Hermione apretaba muy fuerte la mano de Ron, probablemente porque estaba nerviosa.

Sonrió para sus adentros al ver aquella escena, y entró al aula.

-¡somos libres!-exclamó Ron, radiante, ya que aquel día habían hecho su último examen-

-es raro que ya hayamos terminado todo y tengamos que seguir aquí un mes más, ¿verdad?-dijo Harry-

-eso es porque ahora toca prepararnos para la prueba final del Torneo-dijo Hermione con la voz que solía usar al regañarlos-

-vamos Hermione, cálmate un poco. ¡Ya es verano!-dijo Ron, cogiendo el brazo de la chica y arrastrándola fuera del castillo, a los enormes jardines-

Harry decidió no seguir a sus amigos, ya que tenía la sensación de que ellos tenían mucho de lo que hablar y no quería entrometerse.

Así que se dirigió a la sala común, donde se encontró con Fred y George, que se preparaban para gastar una nueva broma.

-¿necesitáis ayuda?-ofreció-

-Ron, en serio, Harry necesita nuestra ayuda para prepararse-protestó de nuevo Hermione-

-llevas repitiendo eso desde que salimos del castillo, y aún no te has ido, y yo creo que sé el motivo

-¿cuál crees que es el motivo?

-que tanto tú como yo sabemos que tenemos cosas de las que hablar-dijo Ron, y por la cara que puso la chica, supo que había dado en el clavo-

Después de esto hubo un silencio, ya que ambos esperaban que el otro empezara la conversación.

Hasta que al fin Hermione tomó las riendas de la situación.

-llevo meses escuchando a todo el mundo decirme que me gustabas, y también llevo meses negando esos sentimientos. Aquel día, en el castigo con Snape, cuando casi nos besamos, creo que fue la primera vez que dudé si aquello que decían era cierto. Y desde entonces no he vuelto a tener claros mis sentimientos hacia ti, hasta hace unos días, cuando al fin nos besamos. Cuando no nos hablábamos, me sentí sola como nunca antes. Me faltaba una parte demasiado importante de mi vida. No sé si sabías esto, pero me compré un tablero de ajedrez mágico porque me recordaba a ti. Ni siquiera sabía usarlo, pero lo guardé en mi baúl y saber que estaba allí me hacía sentir mejor-dijo la chica, y antes de continuar dio un suspiro; Ron se fijo en que sus ojos estaban llorosos-¿sabes por qué no dejé que estuvieras bajo el lago? ¿Quieres saber la verdad, Ron? Te diré la verdad: es porque me gustas, y mucho-al decir esto último ya se encontraba llorando, y giró la cabeza para no ver la reacción del chico-

-tú también me gustas-dijo Ron con un hilo de voz, mirándola fijamente-

Hermione se volvió de nuevo hacia él, lentamente, y vio que sonreía.

Pensó que iba a decir algo más, pero se dio cuenta de que en aquel momento era innecesario.

Así que se quedó mirándolo durante un rato, hasta que él la besó.

-¿quién es el afortunado?-preguntó Harry, después de un rato ayudando a los gemelos con su broma-

-Neville Longbottom-respondió Fred, de forma despreocupada y sin levantar los ojos de lo que estaba haciendo-

-¿Neville? ¿Qué os ha hecho él?-se sorprendió Harry-

-nada

-entonces, ¿por qué le hacéis una broma?

-porque es divertido

Harry reflexionó sobre lo que acaban de decir, y se dio cuenta que no le parecía bien hacerle una broma a Neville.

Él era su amigo, habían pasado cosas juntos.

Y luego pensó en que la situación era la misma que cuando le hacían una broma a una persona cualquiera, sólo que a él en este caso le importaba porque conocía a la víctima.

Los gemelos eran muy divertidos, pero a veces humillaban a la gente, y Harry no sabía si estaba de acuerdo con eso.

-¿y qué pasa ahora?-preguntó Ron, cuando ambos estaban tumbados en la hierba, mirando hacia el cielo y dándose las manos-

-no lo sé-admitió Hermione-

-vaya, Hermione Granger no sabe algo-bromeó Ron y ella rió-

-supongo que lo que se espera de nosotros ahora es que salgamos-dijo la chica, mirándole-

-¿y tú estarías dispuesta a ello?-preguntó Ron, y ella sonrió-

-claro que sí-dijo, revolviendo el cabello pelirrojo del chico-

-¿sabes? Yo me di cuenta que me gustabas antes que tú

-¿si?

-sí, el día antes de que me dejaras de hablar, cuando me contaste tu sueño. Lo supe porque incluso en pijama y con ojeras me seguías pareciendo tan preciosa como siempre.

-eso es muy bonito, Ron-dijo ella dándole un beso corto-pero también es mentira, estaba horrible aquella noche

-para mí no-discutió Ron, y ella negó con la cabeza, pero no dijo nada más, se limitó a mirar al cielo-

-deberíamos de ir a cenar-dijo Hermione un rato más tarde y Ron se levantó de inmediato, cogiéndola de la mano y corriendo en dirección al castillo-

Cuando llegaron a la puerta, pararon, se miraron las manos y se sonrieron.

Después, se dirigieron al Gran Comedor y allí buscaron a Harry.

Habían acordado no decírselo hasta que encontraran un buen momento, ya que sus dos amigos estando juntos podría hacerle sentirse solo.

Así que intentaron actuar con la mayor normalidad posible, aunque Harry se dio cuenta de cada pequeño detalle, como de las miradas furtivas que se echaban, y de lo juntos que estaban sus hombros.

Los conocía tan bien que se daría cuenta del mínimo cambio.

Y se alegraba mucho por ellos.