Epílogo

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Habían pasado ya casi diez años de la muerte de Ron, y una ahora adulta Hermione Granger estaba sentada en en el salón de su nueva casa.

Era 17 de junio, y eso quería decir que los días siguientes iban q ser duros para Hermione, Harry y los Weasley.

Ya habían tenido que pasar por el aniversario de la batalla de Hogwarts, cosa muy dura para todos, y ahora tenían que vivir los aniversarios de las muertes de Sirius y Ron al día siguiente y de Cedric unos días más tarde.

Arthur y Molly Weasley habían perdidos dos hijos en la guerra, y eso no es algo de lo que una familia se recupera pronto, pero ahora tenían nietos a los que adoraban.
Entre ellos estaba Ron, hijo del pelirrojo y Hermione, y también James Sirius, hijo de Harry y Ginny.
James apenas había cumplido un año, pero su primo tenía ya nueve.
También estaba Victorie, hija de Bill y Fleur, y Teddy Lupin, que aunque no era su nieto siempre había sido parte de la familia.
Se podía decir que los Weasley habían vuelto a recuperar su esencia, pero eso no impedía que la tristeza les invadiera el día 18 de junio, cada año.

Lo mismo pasaba con Hermione, que no podía evitar sentirse desanimada por unos días, sobre todo teniendo en su propia casa a un niño tan parecido al pelirrojo.
Pero tampoco tenia demasiado tiempo para eso, ya que el pequeño Ron requería mucha atención, además ella trabajaba largos turnos en el ministerio y estudiar hasta tarde, ya que aún no había sido capaz de acabar sus estudios en Hogwarts, pero no quería perder conocimientos.
Quería ser ministra y sabía que para ello había que trabajar duro.

Además, al tener a su hijo, había tenido que esconderse un tiempo, para protegerlo.
Pero cuando decidió unirse a Harry y Ginny en la búsqueda de los horrocruxes, se vio obligada a separase de Ron, al cuál dejó en casa de Bill y Fleur.
Después de la batalla, se reencontró con su hijo, y se prometió a sí misma que le daría a aquel niño una vida digna y le protegería ante todo.

Todo el mundo pensaba que se iba a arrepentir de ser madre con quince años, pero él había sido su luz en un tiempo de oscuridad y su motivación en la guerra, así como ya había sido su padre.

Había tenido más parejas desde Ron, por supuesto. Incluso le había dado una oportunidad a Cormac McLaggen, un chico que parecía obsesionado con ella cuando empezó a salir con Ron. Era un idiota.

-hola-saludó una voz suave desde la puerta del salón-

-hola, Luna. ¿Cómo te ha ido en el trabajo?

Hermione y Luna habían decidido vivir juntas hacía ya un año, ya que ambas querían buscar una casa más grande pero no podían permitírsela, y como ambas eran buenas amigas y Luna ayudaba a Hermione a cuidar del niño, les pareció una buena idea compartir la casa. Y estaba yendo genial.

-muy bien, pero he tenido una idea y tenía que contártela.

-¿de qué se trata?

-creo que deberías volver a Hogwarts. Quiero decir, Ronnie ya no es un bebé, puede quedarse conmigo por un tiempo, o con su familia. Y con tu inteligencia acabarías el curso en un tiempo récord. Sé que siempre has querido terminar tus estudios pero siempre hubo algo frenándote. Pues ahora ya no lo hay, aprovéchalo-dijo Luna, sentándose al lado de su amiga-

Hermione consideró esto durante de días, y al fin llegó a la conclusión de que Luna tenía razón, ella necesitaba terminar sus estudios para ser ministra de magia, así que volvería a la escuela.
Se sentiría algo rara yendo a Hogwarts a sus 25 años, pero en el fondo sabía que era la decisión correcta.

Le escribió una carta a Mcgonagall, directora tras la muerte de Dumbledore, y esperó impaciente su respuesta.

No fue hasta el día siguiente, 18 de junio, que la carta llegó.

Ella se despertó aquel día por un molesto sonido en su ventana.

Era una lechuza, y traía una carta con el sello de Hogwarts. La directora decía que estaría encantada de tenerla de vuelta.

Hermione, olvidando qué día era, se puso a saltar de emoción y fue a despertar a Luna.

Iba a volver a Hogwarts, era genial.

Bueno, pues supongo que esto es todo. Espero que os haya gustado mucho esta historia, y si es así agradecería que votarais y muchas gracias a todos por leerla

Tu sonrisa es mi felicidad- ROMIONE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora