9. Amanecer

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Ha pasado una semana, mi magia ha mejorado bastante, he aprendido hechizos de defensa y de ataque. Me pueden ser muy útiles llegado el momento.

Robert y yo andamos en una pelea de enamorados que diría mi madre. Esta empeñado en llevarme al médico. Por más que le explicó que no hace falta  el sigue empeñado. Dice que soy tremenda testaruda pues anda que el.

Esta noche he vuelto a tener otra visión cada vez son más frecuentes e intensas. Tengo miedo a poderme quedar atrapada en ellas.

En esta aparecía un mapa e incluía latidues y longitudes. En el momento que desperté lo plasme todo en un papel. Ojalá encuentre algo que me pueda ayudar. Han pasado 500 años lo mismo el lugar que indica el mapa no existe ya.

Son las seis y cincuenta y nueve de la mañana comienza a verse luz.
Me pongo una chaqueta y salgo al porche. Quiero contemplar el amanecer.
Es tan bonito, me transmite tanta paz. Nunca había visto el amanecer, nunca había estado despierta tan temprano. Los colores cálidos y la luz me hacen sentir bien.

Una arcada sube a mi boca otra vez, por mi boca dejo salir hasta mi alma. Levanto mi cabeza y allí parado en la puerta está él.
Su mirada me lo dice todo.
Se acaba de estropear este bonito amanecer.

- Amalia, pasa a casa tenemos que hablar. Dice con un semblante serio.

Me ha llamado por mi nombre, eso me indica que el nivel de enfado es grande. Aún así se ve tan sexy.
Desde que estoy enferma no me ha querido tocar y eso que lo he intentado hasta la saciedad.

- lobito podemos ver antes el amanecer. Digo poniéndole ojitos.

- Amalia, no estoy para bromas.

Esta batalla la doy por perdida no la voy a poder ganar, me levanto del suelo y paso a casa. El pasa detrás.

- siéntate, porfavor me dice en ese tono de regaño que no me gusta nada.

Obedezco y cuando estoy por sentarme otra arcada sube por mi garganta. Salgo corriendo al baño.

Minutos después vuelvo con la cara pálida, desencajada y  algo mareada.
Me recuesto en el sofá y esperó el sermón.

- Amalia, por dios es que no te ves!! No te das cuenta que algo no está bien. Dice bajando su cabeza y apoyándola sobre sus rodillas.

No se qué decir, no me gusta verlo así y más si es por mi culpa. Solo mantengo mi cabeza agachada.

- como demonios voy a cuidarte si tú no me dejas!! Dice levantando la voz.

Veo como se levanta del sillón, lágrimas caen por su rostro.
Es la primera vez que lo veo llorar se me parte el alma. Abandona la habitación y se marcha al baño.

Escucho el agua caer, ese sonido me relaja y me quedo dormida.

Noto su olor me lleva en brazos y me deja sobre la cama, me tapa con la sábana y me deja dormir.

No se el tiempo que he dormido un olor a café recién hecho me despierta y de nuevo las malditas náuseas.

No tengo nada el cuerpo, solo expulsó bilis. Solo espero que no se haya enterado digo para mí.

Me levanto del suelo y giro hacia la puerta.

- joder!! Que susto. Noto como se me sale el corazón por la boca.

- esa boca brujita, te la voy a lavar con agua y jabón. Esboza una sonrisa.

Algo es algo digo para mí. Creo que voy a acceder a ir al doctor no me gusta nada la idea. Pero ya no aguanto más sentirme así.

Amalia Reina de las Brujas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora