25. Magia negra

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Solo han pasado dos días desde su muerte, no quiero ver a nadie ni siquiera a Valeria y eso me hace sentirme todavía peor.
He decidido ir a casa, Margaret no estaba muy contenta con la decisión pero al menos había salido de la habitación.

Camino por la calle como un alma en pena noto como me miran con miedo y pena en sus ojos. Después de lo ocurrido es normal que la gente me mire así.

Entró a la casa todo está vacío, me acerco al dormitorio la cama sigue desecha, me tumbo en su sitio. Todavía huele a él. Abro mis ojos no se cuanto tiempo ha pasado he debido de quedarme dormida.

Me levanto , lo busco con la mirada pero no lo encuentro, una opresión en mi pecho se hace notable. Salgo a la calle, me dirijo al parque.

Me siento en mi banco, mi lugar favorito. Recuerdo mi primera cita con el. Cuando se me declaro.

Lágrimas comienzan a rodar por mis mejillas.

Me levanto y comienzo a caminar sin saber cómo, llego a una pequeña casita en medio del bosque.

Estoy en su casa, si quiera me he dado cuenta de como he podido llegar hasta aquí.

Aquí ocurrió mi inusual pedida de matrimonio, mi primera vez...

Me siento en los escalones del porche. Tapo mi cara con mis manos y comienzo a decir.

- Porque me has dejado? Porque tuvistes que morir, no me puedes dejar así, donde esta mi final feliz!! Digo gritando rota por el dolor.

Empieza a anochecer, mi móvil comienza a sonar. No lo cojo lo dejo sonar pero insisten.

- si, respondo después de mantenerme en silencio varios segundos.

- niña vuelve a casa, Valeria te echa de menos y tenemos que preparar el funeral. Dice Margaret de manera triste.

- en un rato. No digo nada más y cuelgo la llamada.

Camino ensimismada, no me doy cuenta cuando estoy en la puerta de casa. Vaya no venía aquí iba a casa de Margaret.

Doy la vuelta y una frase resuena en mi mente.

"Nada es gratis, todo tiene un precio"

En mi mente surgen varias ideas. En serio estoy si quiera valorando la idea de hacerlo.
Pero cuál sería el precio? No soportaría que se llevarán a nadie más.

Mi mente va por un sitio y mi cuerpo por otro. Estoy dentro la casa sostengo la caja entre mis manos.

Realizó el conjuro sin vacilar, abro la caja y sostengo el libro entre mis manos, me jure a mi misma no volverlo a usar.

Pero no puedo el dolor es demasiado grande estoy dispuesta a cambiar mi vida por la suya.
Abro el libro y pongo mis manos sobre sus páginas.

- sombras venir, sombras venir a mi.

Las sombras comienzan a desdecender por la pared hasta llegar a mis pies.

Comienzan a tomar forma humana. Están paradas en frente de mi, sin rostro, sin ninguna expresión. Había olvidado el miedo que despertaban en mi.

- dinos tu petición. Dice con una voz escalofriante.

- quie...quie...quiero que devolváis a la vida a Robert, pero antes de concederme la petición exijo saber el pago. Digo mientras acarició la gema de mi anillo.

Veo como se reúnen puedo escuchar murmullos, han pasado varios minutos cuando vuelvo a escuchar su voz. Mi piel se eriza solo del sonido.

- Hemos tomado una decisión, no es fácil lo que pides. También tenemos que decir que si han pasado más de tres días de la muerte no se podrá llevar a cabo, si ha pasado más tiempo comunicánoslo y nos marcharemos. Además hay otra condición podrá vivir cincuenta años más ni un día menos ni un día más.

Yo estoy en silencio, todavía no se han cumplido los tres días así que no tengo nada más que decir.

- está bien entendemos que tú silencio indica que el plazo es el correcto. Aquí viene lo que exigimos de pago.

"Queremos tu alma y tú esencia vital."

- está bien me podéis dar unos minutos para pensarlo.

Necesito pensar algo y rápido necesito verlo aunque solo sea una vez más.

Una idea atraviesa mi mente, corro a la cocina y marco el teléfono de Margaret.
Ha sido una llamada corta y concisa. Se ha despedido - con lo haré ahora mismo.

Vuelvo a la sala y respondo a las sombras.

- acepto vuestra petición. Digo escondiendo una pequeña sonrisa.

Las sombras se funden en una para unos segundos después decir.

- El trabajo está hecho, ahora queremos nuestro pago. Dicen mientras me rodean y solo puedo ver oscuridad.

Noto como poco a poco retroceden, se retuercen por el suelo. La voz comienza a resonar en la habitación.

- Has echo trampa queremos tu alma y tú vida a cambio. Dicen tono de enfado.

- el trato a sido sellado y yo no he echo trampa mi vida la tendréis pero no  ahora sino dentro de muchos años, cuando esté en mi lecho de muerte os podréis llevar lo que quede de mi esencia vital y lo del alma...
Mi alma hace mucho tiempo que no me pertenece, es de Robert desde el primer día en que lo conocí. No te puedes llevar algo que no me pertenece.

Escucho gruñidos, se van alejando y desapareciendo entre las grietas y los rincones.

He tenido suerte pero he pagado un precio muy alto, espero que mi muerte todavía este lejos. No volveré a usar el libro jamás.

Guardo el libro de nuevo en la caja y lo pongo en lo más alto del armario.

Camino hacia la puerta, tengo que encontrarlo y rápido!! Necesito estar junto a él.

Cuando estoy apunto de abrir la puerta , noto como la abren desde afuera. Al otro lado está Robert, porta la camisa ensangrentada del día en que murió. Pero el, él está bien.

Me mira y me sonríe. Mientras yo me lanzó sobre sus brazos y comienzo a llorar.

- no lo vuelvas a hacer! No me vuelvas a dejar!! Recuerda que me debes un final feliz. Digo mientras me sumerjo en un mar de lágrimas. Esta vez no esconden tristeza ni ira sino alegría y amor

Robert me mira confundido, limpia mis lágrimas para después fundir sus labios con los míos en un interminable beso de amor.


Fin.

Todos los cuentos no contienen finales felices, lamentablemente la vida es así. Como los monstruos aveces no están solo en un mundo de fantasía también habitan en la vida real.  Pero esta historia la escribo yo!! Y no quiero un final triste sino un final feliz.!!

Amalia Reina de las Brujas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora