Amalia Reina de las Brujas

21. Después de la tormenta llega la calma

Han pasado dos meses desde el rescate de Ingrid.

Casi ha recuperado su peso y su aspecto cada día se ve mejor, pero está traumada, apenas si sale. No nos dijo demasiado sobre lo que le había ocurrido.
Y la verdad es que tampoco me importa demasiado, lo importante es que este aquí y bien.
De momento está viviendo con Margaret hasta que se sienta preparada para hacerlo sola de nuevo.

Cuando se sintio con más fuerzas le pregunté sobre lo que me dijo cuando la rescatamos, pero su respuesta no me satisfizo, no recordaba nada.

Así que estoy un poco recelosa con mi seguridad y la de mi familia. Evidentemente Robert no sabe nada.
Me imagino la que iba a montar.
Es mejor así.

" Ojos que no ven, corazón que no siente"

Estoy en el jardín se ve muy bonito el bosque en primavera es espectacular, aunque yo prefiero el otoño.
Tengo Valeria acostada en una tumbonita dormida. He continuado leyendo el libro de mamá pero ese capítulo ese capítulo tabú. No he sido capaz ni de mirarlo.

Sin embargo el de las sirenas lo he leído varias veces, me encantan las ilustraciones. En un futuro me gustaría poder ver alguna.

                    Capitulo 13. Sirenas.

Las sirenas son criaturas marinas, aunque también habitan en lagos y ríos los humanos creen que son seres mitológicas pertenecientes a las leyendas y al folclore.

Originalmente, se las representaba como seres híbridos con rostro o torso de mujer y cuerpo de ave que habitaban en una isla rocosa;  más adelante adquirieron apariencia pisciforme: hermosas mujeres con cola de pez en lugar de piernas que moraban en las profundidades.
En ambos casos se les atribuía una irresistible voz melodiosa con la que atraían locamente a los marineros.

Las sirenas son doncellas marinas que engañan a los navegantes con su gran belleza y la dulzura de su canto; de la cabeza al ombligo tienen cuerpo de virgen y forma semejante al género humano, pero poseen una escamosa cola de pez, que siempre ocultan en el mar.

Me despierta una lluvia de besos sobre mi rostro, me despierto acelerada.

- mi bebé, mi bebé, dónde está consigo decir mientras resbalan las lágrimas por mi cara.

- tranquila bebé está a tu lado durmiendo, mírala. Dice Robert tranqulizandome.

- yo... yo, unos ojos rojos nos miraban. Digo con la voz entrecortada.

- mi amor solo a sido un sueño, dice mientras me abraza y me comienza a besar.

No recuerdo haberme quedado dormida, bueno tengo que tranquilizarme .

- qué tal las clases? Cómo están las chicas y Hugo? Digo intentando sacar de mi cabeza esos ojos rojos.

- bien, te echan de menos, en cuanto puedan quieren pasar a veros. Dice  sonriente. - vamos entremos en casa. Dice mientras coge la tumbonita con Valeria en ella.

Deja a Valeria en la habitación y regresa junto a mi.

- señora García tenemos un asunto pendiente. Dice de forma sensual.

Me hago la inocente y le contesto.

- de que se trata señor García? Digo poniéndole ojitos.

Él me mira y empieza a besar mi cuello para luego centrarse en mi marca.
Mi cuerpo reacciona a su toque muchas corrientes se concentran en mi centro, rodeó con mi brazos su cuello y noto como me levanta del suelo yo solo cruzó mis piernas sobre su cintura.
Noto como aparece un bulto duró en su pantalón su erección es considerable.
Me lleva al dormitorio llenándome de besos y de placer. De un momento a otro estoy tendida sobre la cama.

Acaricia mis pechos, los masajea y da pequeños pellizcos en mis pezones.

Acerca su boca a uno de ellos, juega con el, lo mordisquea y lo subciona, pequeños jadeos salen de mi boca, mi espalda se arquea de placer.

Cuando se siente saciado posa sus labios en mi vientre y comienza a bajar.
Su lengua golpea mi clítoris,  lame todo mi sexo su lengua me penetra...

Estoy mojada, muy mojada mis muslos estás empapados.

Agarró su miembro y empiezo a masajearlo de arriba a bajo. Aumentó la velocidad lo miro y jadea, lo debo de estar haciendo bien no se queja.

- para no quiero terminar así.

Introduce un dedo, dos dedos y tres dedos dentro de mi. Los empuja y los saca, mi centro se contrae me provoca un orgasmo maravilloso.

- dime qué te gusta?

- Oh, si, me gusta!

Su miembro duro y rígido me enloquece, siento como busca refugio con desesperación dentro de mi.

Me ensarta hasta el fondo yo jadeo cuando mueve sus caderas.

- Te gusta así?

Asiento. Pero el exige que le hable y para hasta que respondo

-Si

- Quieres que continúe?

Deseosa de más, estiró mis manos agarro su trasero y lo lanzo hacia mi.
Sus ojos brillan lo veo sonreír y yo me arqueo de place Robert es poderoso y posesivo.

Su mirada, su cuerpo musculoso, su virilidad pueden conmigo y cuando comienza una serie de rápidas embestidas, siento su mirada ardiente y me corro de placer.

Instantes después me baja las piernas de sus hombros y las pone a ambos lados de sus piernas.

El juego continua. Coge mis caderas con sus fuertes manos

- mírame bebé!

Abro los ojos y lo miro

Posiciona su miembro otra vez en mi entrada y de una estocada me llena, comienza con embestidas lentas pero precisas, intensas..ahora acelera su ritmo, jadea se libera  y suelta su semilla dentro de mi.

Estoy agotada, el solo me mira deja un beso sobre mis labios mientras se recuesta a mi lado.

Mis ojos comienzan a cerrarse.

"Donde estoy, no estoy en casa mas bien estoy en un patio parece el patio de un castillo, alguien me llama, giro  mi cabeza.
Es un hombre un pequeño hombre, está ensangrentado, cae sobre mis pies levanta su cabeza y me dice:

- mi reina,nos atacan... nos atacan los vampiros. Termina de decirlo y cae desplomado.

Cientos de puntos rojos rodean el castillo"

Me despierto gritando, el sudor cubre mi frente. Robert se despierta y me abraza fuertemente.

- Robert, Robert he tenido una visión, creo que la reina oscura trata de advertirme. Digo asustada buscando con la mirada a mi bebé.

- todo está bien, tranquilízate, no es real. Dice Robert cariñoso.

Me recuesto sobre su pecho mientras lo abrazo. No le voy a decir nada más no lo quiero preocupar. Mañana prepare uno hechizos y protegeré la casa.
Siento como soy observada. Cierro mis ojos y me vuelvo a quedar dormida.

Fuera entre los árboles dos puntos rojos están fijos ena casa de Amalia y Robert.