Deja Que Ocurra

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"Después de la tormenta, Sale el Arcoiris"

Ezra (3 años atrás)

Ha sido un día agotador, el Central Park siempre ha sido mi lugar, pero hoy solo pasare unos minutos antes de volver a mi infierno llamado hogar, hoy ayude un poco al señor de la tienda. Después de terminar el colegio, pensé que sería rápido, pero había más pedidos de los previstos. Es un poco entrada la noche ya no queda nada de gente, pero me senté a ver el lago que tenía enfrente y me quede pensando en todo y nada a la vez.

Sabía que tenía que sacar a mis hermanos de esa casa, no quería que Lilo creciera siguiendo el ejemplo de mi madre y terminará siendo una drogadicta. No quería que Ruslán creciera creyendo que era normal estar hasta el tope de alcohol y golpear a su esposa e hijos, no definitivamente no quería eso para mis hermanos. Así se me fuera la vida en ello de ahí los sacaba porque los sacaba, no quiero que ellos vean esa vida como algo normal, porque no lo es.

Pienso y pienso en mil maneras de sacar a mis hermanos de ahí, pero nada. Apenas soy un pelele de dieciséis años, ¿Qué les puedo dar? Nada. Tengo algo reunido pero no lo gastaré hasta que consiga donde llevar a mis hermanos.

No sé cuánto tiempo pasa solo que ya he pasado mucho rato aquí, más del debido, así que emprendo mi camino a casa, las calles son solitarias pero eso me relaja, el silencio, la calma, la paz. Es lo que más deseo.

Estoy llegando a la entrada cuando escuchó los gritos de Lilo diciendo que no.

-¡Papá parad, por favor no! -grita y yo solo reacciono entrando a la fuerza, veo como la arrastra, no sé qué pasa pero me le lanzo encima.

-¡No toques a mi hermana basura! ¡Quítales las manos de encima!

No sé cuándo pasó, ni cómo pasó pero estaba tan furioso que reparti golpe tras golpe, no me detuvo la sangre, ni que estuviera inconsciente, ni mis nudillos.

-¡Ezra parad, Ruslán está mal! -Me grita Lilo y me despego.

-¿Dónde está, Lilo? -le preguntó agarrandola más fuerte de lo debido.

-Yo... Yo lo siento -Llora Lilo -él solo quería que no me tocara a mí.

-Dime, ¿Dónde está, Lilo? -le digo entrando en crisis.

-Arriba -Llora más fuerte -Solo quiero que él me perdone.

-Tranquila, bebé. Ya voy a ayudarlo -la abrazó para que se calme -. Él se recuperara.

-Creo que de esto no, Ezra. -me dice llorando todavía -Perdóname.

-Quédate aquí -le ordenó y subo a ver a Ruslán.

Al entrar al cuarto y ver el estado en que está mi hermano solo me dan ganas de bajar y terminar de matar al hombre que le hizo esto, ¿Por qué no llegue antes? ¿Por qué él y no yo? Tantos ¿Por qué? Rondan mi cabeza que solo sé que cuando Ruslán conecta sus ojos con los míos sé que nada volverá a ser como antes, que este día marcó un antes y un después en nuestra historia. Me arrodillo ante mi hermano y me hecho a llorar como un bebé, sé que tengo que ser fuerte, pero ya no aguanto.

-Perdóname por no llegar Ruslán -le digo acariciando su rostro -tuve que haber sido yo, no tuvo que haberle puesto una mano encima jamás.

-No tengo nada que perdonar -me susurra sin fuerzas -ante todo, está la seguridad de Lilo y lo sabes.

-¡No! -tronó -¡Ante todo estaba la seguridad de ambos y yo falle!

-Ninguno falló, Ez -me dice -alguien tenía que evitar que tocara a Lilo.