“Un día todo está bien, después todo va en picada”.
Después de dejar a Ruslan en su casa, me llega un mensaje de Ezra preguntándome si nos podemos ver. Quedamos en vernos en el Central Park. Al llegar hago todo el recorrido que hice la primera vez que fui con los hermanos. Logró verlo de espalda y me acerco hasta donde está.
—Hola —saludo sentándome a su lado.
—Hola —me responde dándome una sonrisa de lado— ¿Cómo está él? —me pregunta.
—Lo deje en casa, estaba mal al principio y creo que seguirá mal por un tiempo —le respondo—, pero logré sacarle algunas ideas locas de la cabeza.
—Gracias, Han —me agradece Ezra.
—Eres la segunda persona en el día en darme las gracias y todavía no entiendo por qué —digo ya estresada de tantas gracias —. Es algo que haría por un amigo.
—Si, Hanan. Pero en este mundo tan dañado muy pocas personas dan las cosas de manera gratuita —me explica—. Siempre hay un fin, pero tu familia en general es de otro mundo. tu hermano me metió en su casa sin conocerme, tu papá me pagó los estudios y me ha dado todo lo que he necesitado de un padre y tu desde que llegaste por más mal que te trate seguiste insistiendo, nos diste de tu confianza y nos has ayudado en muchas cosas.
—Es lo que uno hace por la familia, lo da todo por el todo —me encojo de hombros.
—Por eso te doy gracias, por hacerme parte de tu familia —me imita encogiéndose de hombros.
—¿Nunca has intentado denunciarlo de nuevo? —cambio radicalmente de tema.
Ezra inmediatamente se tensa.
—Después de aquella vez no. logre quitarles a mis hermanos —me mira con esa mirada penetrante—, y con eso estoy más que realizado.
—¿No te da miedo que lastime a alguien más? —pregunto.
—No, Hanan. lo único que espero de parte de ellos es la llamada donde me digan que murieron —lo miro impactada—. No porque se los desee, sino porque es lo único que esperas de una drogadicta y un alcohólico. Que murieron por una sobredosis y un coma etílico.
—Uno no se va de esta vida sin pagar todo el mal que uno hace —comento mirando a las pocas personas que quedan.
—Ellos nos hicieron mucho daño Hanan.
Asiento.
—Pero aun así no les deseo el mal, porque gracias a ellos estoy aquí. No de la manera correcta, pero estoy y también me regalaron a mis hermanos, no son parte de mi familia, pero ellos me dieron a mi familia. No sé si me explico.
—Si, comprendo —le respondo comprendiendo su punto—. Yo tampoco considero parte de mi familia a mi mama, pero gracias a ella mi hermano y yo estamos aquí. Así que si entendí.
—Bueno, debes de estar cansada —dice poniéndose de pie—. Ven te llevo a tu casa.
—Gracias, pero tengo el auto de Har —me río porque debe estar orando para que su auto llegue sin un rasguño.
—¿Y eso que te lo presto? —inquiere divertido.
—Se le ha olvidado que tenía cosas que hacer con Liam y pues le ha tocado dejarme su auto porque yo no iba a estar en bus —le respondo—. Aunque menos mal me lo dejo, con todo esto de Rose.
—Si...
—Todavía no comprendo que se te pasó por la cabeza al momento de revelar a su amante de esta manera —hablo pensando en el show que montó en el Instituto.
ESTÁS LEYENDO
Deja Que Ocurra
Teen FictionLas inseguridades son todo lo que tenemos, las mantenemos a raya para que crean que somos fuerte. Las Personas ven solo lo que queramos que vean. Pero ¿Que pasa cuando los hermanos Miller entran a su vida? ¿Cuando su Lema Familiar es deja que ocurr...