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"Corre, porque si te atrapo te pico en pedazos".

Definitivamente las mañanas son los peores momentos del día y los lunes los peores días de la semana, tengo ganas de ser un oso polar, ellos duermen por seis meses y son realmente felices.

-¡¿Hanan, podrías dejar de lamentarte de tu desdichada vida y mover tu lindo trasero que vamos tarde?! -grita Har.

-Que ya voy -digo arrastrando los pies mientras desciendo por las escaleras.

-Joder. Hanan, pareces un muerto. Las mañanas te caen fatal, tía -dice Harold y dándome ganas de lanzarle un zapato.

-Gracias, hermano. Pero nadie te pidió que abrieras tu bocata -respondo de mala gana.

-Yo tan amable que me ofrezco a llevarte y mira cómo me maltratas -trata de sonar indignado, pero se le escapa una risa.

-Cállate y vámonos.

El camino es tranquilo. La radio suena, pero ando en Hananlandia porque ayer domingo me dormí tarde haciendo mis tareas.

-¿Alguna vez vamos a hablar de eso que no te deja dormir? -inquiere mi hermano, respecto a lo que creí era mi pequeño secreto.

-¿Alguna vez vamos a hablar de las cosas ilícitas que haces? -se nota la tensión en el ambiente y mi mejor defensa es responder pregunta con pregunta.

-No -contesta seco y cortante.

-Entonces, no me preguntes nada que no esté dispuesta a contar si vas a hacer lo mismo.

El resto del camino es silencioso y tenso. Al llegar me bajo del carro de un salto, escucho una maldición de mi hermano y me devuelvo a ver qué sucedió.

-¿Qué pasa? -indago.

-Se me olvido que hoy saldría con Liam. Tenías que venir en tu auto -murmura de mal humor.

-Bueno, ya conseguiré quien me lleve -soluciono para seguir mi camino.

-Hey, no. Si quieres te llevas mi auto y Liam que me lleve de vuelta a casa -me extiende las llaves de su coche-. Cuídalo como si fueras tu vida. Un solo rasguño y date por muerta -me amenaza.

-Alto ahí, bestia -me burlo, mientras agarro las llaves-. Lo cuidare -afirmo.

-Bien -dice caminando-. Han, sabes que te amo y puedes confiar en mi. Estoy en una mala racha, pero esto será cosa del pasado.

-También te amo, Har. No quiero que te pase nada malo -me acerco y lo abrazo.

-Vamos adentro -me anima a entrar al instituto y más vale que no.

-¿Tienes algo que ver con todo esto, Har? -pregunto desconcertada.

-Somos una familia, Han, nos protegemos unos a otros -es su respuesta mientras desaparece por los pasillos.

El pasillo está repleto de carteles, fotos y mil cosas de Rose. Muchos dicen «Zorra Rose», en muchas otras aparece besándose con un chico que claramente no es Rus y mi cabeza solo está pensando en mil maneras de matarla. Se escuchan gritos al doblar el pasillo y mi instinto es correr a ver que pasa. Se han aglomerado varias personas alrededor.

-¿Tan mala persona soy? -pregunta Ruslan, poco audible, pero estoy lo bastante cerca como para escuchar -¿Tan mal te trate para que hicieras esto? -no llora, pero su voz suena muy dolida.

Detrás veo a Ezra, Ishiro y Lilo muy serios.

-¡Nooo, en serio lo siento! -grita Rose, desconsolada y con el maquillaje corrido de tanto llorar.

Deja Que OcurraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora