Sasha

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Pocos minutos antes de subir al avión, el celular de mi amiga volvió a sonar -¿mamá? Si… si… si … ¿ qué mi abuela qué?- gritó como loca y se soltó a llorar, la tomé por los hombros para que resistiera, pero no podía parar su llanto, no quería preguntarle nada.

Abordamos el avión y una azafata se acercó a ella para preguntar si necesitaba algo. Pasó el trayecto del vuelo sin hablar, solo llorando en silencio y yo abrazándola, miles de pensamientos llegaban a mi cabeza, no sabía si debía decirle algo antes…

-¡Papá!- mi amiga corrió hacia su padre, el señor Blouse la abrazó -hola ____ que bueno verte, feliz cumpleaños hija- me dijo con voz tranquila -hola señor- lo saludé, sus ojos estaban hinchados, subimos a la camioneta y llegamos en poco tiempo al hospital, entramos corriendo y tomamos el ascensor, al llegar estaban sus tíos y su madre y hermana en la sala

- Sasha- Kaya la llamó llorando, mi amiga fue a su encuentro y abrazó a su hermana menor, yo no sabía que hacer, no sabía qué estaba  pasando.

-_____ - Sasha por fin me habló -mi abuela, le dio un paro cardíaco, no sabemos si va a salir de ésta y mi abuelo está grave- susurró, yo  las abracé sin decir nada, Kaya no dejaba de llorar, me dolía mucho verlas así, la familia de Sasha siempre se había portado muy bien conmigo, Kaya era como mi hermanita, nunca olvidaría las veces que entre las dos intentaron enseñarme a montar a caballo o cazar u ordeñar una vaca y sus abuelos se partían de risa por mi torpeza

“ ésta niña no aprende, mi’ja, ¡mira nada más, sube bien la pierna… así no, que no, muchachas del demonio, se me van a caer!” nos gritaba su abuela una tarde en que Sasha y Kaya estaban más que decididas a que yo aprendiera a montar a caballo, pero obviamente habíamos fracasado.

Me solté a llorar, era muy duro, no podía con todo esto

-_____, mi niña- escuché la voz de mi abuela Rose -¡abuela!- me levanté y la abracé -vine tan pronto me di cuenta de lo que sucedió- dijo dirigiéndose a la madre de Sasha, me soltó con delicadeza y la abrazó a ella…

Las horas pasaban y no sabíamos nada del estado de su abuela, nos quedaba de consuelo que su abuelo había salido del estado crítico pues los medicamentos habían sido bien aceptados por su cuerpo, solo quedaba esperar.

-niñas, será mejor que vayan a casa, deben descansar- su padre había regresado de la cafetería con enormes vasos de café para todos excepto nosotras tres

-no, quiero quedarme, quiero estar aquí para mi abuela cuando despierte- dijo Sasha -mi’ja, tienes que descansar, por lo mismo, tu abuela no puede verte así, no seas terca y ve a dormir con tu hermanita- dijo su padre con calma, sería por el cansancio o la tristeza, pero mis amigas hicieron caso y nos fuimos en la camioneta a una pequeña casa en la que solíamos hacer pijamadas y trabajos escolares, en esa casa mis amigas pasaban la semana y los fines de semana y vacaciones visitaban a su familia.

Mis amigas estaban dormidas y yo, no podía conciliar el sueño, ya eran las 4 de la mañana y no lograba dormir nada, no podía sacar de mi cabeza lo que Sasha había dicho al enterarse del incendio, Porco era un completo imbécil, pero jamás imaginé que sería tan hijo de puta como para hacer eso, lastimar personas que nada tenían que ver en nuestros problemas.

Inicia flashback

 

-¡ya te dije que no!-

La música sonaba muy fuerte y las luces me mareaban, Porco estaba completamente borracho, me tomaba por la cintura con tanta fuerza que no lograba moverme

Ahora y Siempre (Levi x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora