Capitulo 16

11 4 39
                                    

Después de mucho al fin terminé este capítulo ¿sigue alguien aquí?

• • • •

El restaurante en sí era maravilloso. Hacía tantos años que no pisaba un lugar así, había pasado tanto tiempo en realidad, que me sentía un poquito fuera de lugar. Caminé del brazo de David, fingiendo todavía ser una inexperta en tacones, la cosa iba un poco graciosa porque yo era pésima fingiendo y el me dirigió al segundo piso, así que subir las escaleras sería todo un caso, o bueno, podría decir la verdad ¿pero con que excusa? ¡solo te lo dije porque un psicópata me quiere declamar como suya, ya que me parezco a su novia muerta y pues, eso, normal!. No bro, me tacha de loca a mí.

Y que te tachen de loca, fuera de broma no es bonito.

Tampoco lo es recordar mí historia o el como congenie con Henry.

¡Nunca podría vivir tranquila después de esa maldita noche!

Esa noche de la que todavía no te he hablado, ¿por qué?, simple: no estoy lista. Porque las noches son algo fuerte para mí, ya que en dos noches sucedieron dos cosas que me marcaron para siempre. ¡Pero Vale!, no, esto no viene al caso ahora, ya lo sabrás a su debido tiempo.

Suspire. Y le dediqué una amplia sonrisa a David, quién me la devolvió.

—¿Todo bien?

—Perfecto.

—¿Enserio nunca usaste tacones? —preguntó, y posó una de sus manos en mí cintura delicadamente.

—El que haya dicho 'No sé caminar en tacones' no quiere decir que nunca los haya usado —le corregí—, aunque prefiero evitarlos. Es más cómodo ir con tenis por la vida, así que bomboncito, aprecia esto que estoy haciendo por tí.

Eso hizo que David se riera. Quería pellizcarle las mejillas, era demasiado tierno y guapo al mismo tiempo.

—No tengo problema en cargarte hasta arriba, la verdad.

Rode los ojos.

—¡Oh, al menos esperate a llegar a la luna de miel! —bromee.

—Me das esperanzas.

—Y eso aumenta mi sentido del humor, porque es algo que nunca va a pasar.

Le quité la lengua y seguí con mí camino, pegada a la barandilla.

¡Por favor clases de actuación a la que Nick me obligaba a ir, sirveme de algo, ¿sí?!

Bueno, sí el exterior y el primer piso ya era lujoso, solo me queda decir —en lenguaje de wattpad—, que mí mandíbula cayó al suelo, literalmente. ¡O sea wey! Sí cuando ingresamos en el piso uno ya me sentía un poquitín fuera de lugar, creo que cuando ingresamos al segundo piso quedé; a ver como me explico... me sentía como una pequeña escoria en este mundo, que no pertenecía en ese nuevo mundo de lujos y extravagancias. O sea sí tú vieras a esas personas ahí, con sus outfits de diseñador y peinados bien hechos, entenderías mí posición.

Bueno pero, ¿y la Harika a la que no le importaba nada?

¿O es que el estar tan cerca de Henry también te retrasa las neuronas?

¿Debería preocuparme? —susurró David, en mí oído. Claro, el también se había dado cuenta de que estaba a punto de caer en un estado nervioso.

—No —respondí, con la vista al frente—, pero hubiera preferido pasar a un puesto de tacos con Coca-Cola,  como la última vez.

—¿Donde el vendedor casi me rompe la botella en la cabeza? —inquiere, con toque de indignación—, no sería muy original para la única cita que vas a concederme en la vida.

Fugitiva [Pausado Indefinidamente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora