Capítulo 17

16 5 35
                                    

Quedé horrorizada ante sus últimas palabras, sabía muy bien a lo que se refería y me aterraba. No soportaría vivir otra vez lo mismo, ¿cuanto había soportado ella?, no, tú no eres ella, no eres ella, me repetí concienciandome, también de que este chico de ojos grises que me observaba no era el Henry que conocí, este era un completo demente, ¡un loco que había perdido la razón después su muerte!

—Tú eres quién perdió la cordura —espete, en un jadeo ahogado.

Sus comisuras se alzaron.

—Calladita te ves más bonita.

Dicho eso me soltó, me caí de culo en el piso en medio de un ataque de tos. Lágrimas de miedo, dolor e impotencia rodaron por mis mejillas, quería ir y golpearle, decirle un millón de cosas pero no, no podía. Estaba demasiado débil, el tenía mucha más fuerza que yo.

Me observaba atento, esperando cualquier movimiento de mí parte, en su rostro había diversión, mucha diversión.

—Melanie se suicidó, un año antes del asesinato de Peyton —dijo, como sí no le hubiese dolido, ni importado nada. Ahí sentí el verdadero terror. El de verdad había perdido la cordura.

¡Y yo estaba sola con el, en un baño!

—No...

—Me sorprende que no lo recuerdes.

—¡Henry deja de jugar con mí mente! —grite.

Melanie...

No, no podía cargar con otra muerte.

—No estoy jugando Harika, yo solo quiero tú bienestar —volvió a acercarse, negué repetidamente—, no quiero que termines como Peyton o Melanie... ambos ya hemos perdido mucho, únete a mí y deja de huir, enfócate en recuperarte.

Mí respiración se aceleró.

No le creas, no le creas...

Vete —le suplique.

—Tú creés que estás bien porque no te has visto en los ojos de otros —prosiguió—, pero esto se saldrá de tus manos y yo seré el único capaz de ayudarte —se puso de pie y volvió a ponerse el gorro—, soy paciente, pero también castigo cuando no me respetan.

Creí que iba a marcharse, pero en un movimiento apresurado me jaló del cabello, hasta ponerme de pie, ahogue el grito de dolor cuando tomó mí mentón y unió nuestros labios, intenté resistirme, apartarme, pero terminé cediendo y el beso se tornó urgido y feroz. Sentí algo emergiendo en mí interior, algo despertó en mí el recuerdo y el sentimiento tan profundo que emanó aquella noche. La bestia tomó él control, volviendo aquel beso más violento, me cargó hasta sentarme sobre el lavamanos, rodee su cintura con mis piernas, el sonrió sobre mis labios, apartándose un segundo por la falta de aire, cerré mis ojos y llevé mis manos hasta su cabello, nuestras respiraciones estaban tan aceleradas; había olvidado cómo se sentía el jodido paraíso.

Henry empezó a dejar besos húmedos por  mí cuello, me mordí el labio ahogando un gemido, que lo hizo sonreír más, volvió a mis labios durante un segundo y sobre ellos susurró:

—Nunca olvides a quien le perteneces, mí bella princesa de vestido verde lima.

Sin más se alejó dejándome atónita, abandonó el baño un portazo. Cuando el acaloramiento pasó
Y se fue dejándome sola en el baño, siendo consciente del error que acababa de cometer.

No. No. No.

Otra vez, había caído por Henry.

****
▪︎

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 23, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Fugitiva [Pausado Indefinidamente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora