Inspirado en la canción de la Multimedia.
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A decir verdad, Tony estaba confundido, quizá debía estar molesto, ansioso, decepcionado o triste.
No sabía identificar que era lo que sentía y que era lo que debía sentir, solo sabía que se sentía jodidamente mal.Y asimismo tampoco sabía con claridad que era lo que se suponía que debía hacer. ¿Correr detrás suyo? ¿Esperar? Quizá el tiempo si ayudaría. ¿Sentirse miserable y tomar hasta quedarse sin conciencia? ¿Llorar? ¿Hacer algo más?
En momentos como esos odiaba no ser alguien normal, alguien que tomaría alguna de las anteriores opciones al azar y las ejecutaría esperando que éstas den los mejores resultados. Pero él no haría nada de eso, quizá solamente la opción de beber no era tan vana y por ello una botella de whisky caía al suelo rompiéndose en mil pedazos, asimismo como lo qué él y Peter tenían.Maldijo a la botella y a sí mismo, tratando de sentirse mejor, lo cual le pareció estúpido cuando volvió a beber del contenido de su vaso. Él era un estúpido.
No entendía como todo había acabado tan pronto, como había terminado allí en su torre, solo; después de tanto amor y tantos besos que parecían nunca acabar, no había duda de que la situación se les fue de las manos, a decir verdad a ambos, fue como si una inmensa y grotesca ventisca hubiese derribado con fuerza una inestable torre de barajas.
Y se sentía de la mierda.Entonces la puerta se abrió, era él. El motivo de su fatídico estado de ánimo. Verlo era como tocar ese herida, como vertirle alcohol. Y al mismo tiempo era como ver al ser más hermoso y perfecto.
—Vengo por mis cosas.
Eso dolia aún más. Tony asintió, entonces Peter pasó a la habitación en donde, en el pasado, compartían desde besos llenos de amor hasta calcetines.
Y era tan estúpido y doloroso porque ese lugar guardaría consigo cada uno de los momentos que pasaron allí, cada lágrima, cada beso, cada te amo y cada noche de pasión que solía terminar con declaraciones sinceras de amor puro y mutuo.
Tony se levantó, si había una mínima esperanza iba a intentarlo.
—¿En serio te irás? —cuando lo soltón, Tony se dio cuenta de que su pregunta era una auténtica estupidez.
—Lo haré.
—Quédate.
Peter giró, lo miró y habló:
—Lo nuestro ya no puede continuar.—Podemos intentarlo.
—Podríamos, pero ambos sabemos que eso volverá a suceder una y otra vez. Tú no eres capaz de serle fiel a nadie.
—Estaba ebrio, no pensaba claramente yo te amo solo a ti, Pete.
El corazón de Peter se estrujó sin embargo sabía que se merecía más que eso, no quería seguir con eso que, desde un inicio, no pintaba bien. No negaría que fue hermoso encontrar ese Tony amoroso y dulce, pero ya la magia había amainado en ellos. Se escapó como una mariposa aleteando con finura.
—Tengo que irme.
—No me dejes, sabes que eres el único en mi vida, no quiero estar solo otra vez, mi amor.
Tony tenía la garganta seca, necesitaba más whisky.—Espero que encuentres a alguien más, no quiero verte mal, Tony. Yo te quiero pero lo nuestro se acabó.
Peter se sentía traicionado, y no era para menos, le dolía porque él amó a Tony sin barreras y no podía perdonarle eso. Ambos tenían un enorme orgullo y ambos sabían que lo suyo había acabado y no había vuelta atrás.
Tony supo que estaba suplicando y tragó saliva.
—No voy a decirte que no puedo vivir sin ti, porque sabes que puedo, pero seré un miserable sin ti, Pete.Peter sintió ganas de llorar entonces apuró su camino, con la maleta en mano se encaminó a al elevador.
—Lo siento. Adiós.Tony sabía que de nada servía recordarle todo lo que habían vivido, los besos, las palabras cursis que solían ser tontas para los demás menos para ellos, todo eso había sido tirado a la basura. Él era la basura.
Se sentía el ser más estúpido del mundo, el más inútil y desolado del mundo.
Solo estaba seguro que seguiría allí, en su sola torre, con sus fotos en su móvil pensando en él, quizá con una novia o varias mujeres pero lo seguiría pensando, y si, por alguna inexplicable razón, habría un cielo al terminar todo; se escaparía del infierno solo para llevarlo a las más hermosas nubes, le diría cuanto lo odiaba y le haría el amor así como solían hacerlo antes, sería en honor a sus recuerdos y le escupiría una y otra vez esos mismo te amos que serían su infierno personal.
Era un maldito cursi, de eso si culpaba a Peter totalmente.Se acercó a su bar, destapó otra botella y sin derramar lágrima alguna bebió de ella.
Si tan solo le diese otra maldita oportunidad le diría lo mucho que lo amaba y envejecerían juntos.
Joder, cuánto lo amaba, lo amaba así como jamás amó a otro ser humano y como jamás amaría a alguien más.Suspiró mirando la ciudad desde lo alto. Era curioso, estaba tan alto y se sentía tan abajo.
Aunque todo podía ser diferente, si ambos se tragaran sus orgullos y su amor triunfase para así cambiarían el título de esta historia a: vivieron felices para siempre.
Entonces tragó todo lo que su boca tenía, tomó todo el valor que contenía su cuerpo y entró al elevador, tenía que intentarlo otra vez, el amor de su vida se estaba yendo y no se quedaría allí como un estúpido. Y sabía que todo terminaría allí o ese sería el inicio de una nueva gran historia.
"Pero, aunque esté contigo o no, seguiré pensando en ti..."
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Creo que mi superpoder es escribir cosas tristes jajajaja.
Ojalá les haya gustado y dolido como a mí jska
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Cortos Starker.
FanfictionCortos starker que se me ocurren de pronto. Personajes propiedad de marvel.