🍒Mi trabajo de mierda yo no lo escogí🍒
Yo no elegí estar aquí, pero ahora que lo estoy trataré de hacer lo mejor posible, para así, algún día poder alejarme lo más que pueda de aquí.
En esa despedida de soltero fui como acualquier otra, pero lo q...
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Narra Rubén
El abogado de Samuel es muy rígido, no se inmutó cuando solté alguna broma para que el ambiente fuera menos pesado, ni siquiera le conmovió la parte de mi historia que le conté.
Mientras relataba algunas cosas que Danilo me ha hecho pasar, él iba escribiéndolo todo en una laptop, además de que me informó que toda nuestra conversación estaba siendo grabada.
Cuando conté todo lo necesario, omitiendo algunas cosas que prefería contárselo a Samuel cuando lo viera, para contarle al fin todo, ignorando la vergüenza que me da hablar sobre lo ingenuo que fui y los absurdos motivos por los cuales terminé en ese lugar, el abogado terminó yéndose sin más.
Pero a pesar de mis desilusiones y aquella vez que me rompieron el corazón, estoy dispuesto a pasar otra vez eso, de verdad lo extraño. Extraño que él me encuentre por las noches, que después de una buena velada, terminar abrazados durmiendo. Mierda, de verdad extraño eso y me siento ridículo por eso, porque seguramente Samuel no estaba pensando en mí de la misma forma que yo.
Pero Lely me dijo que sería mejor hablar con él, supongo que él tiene razón, al final de cuentas a él si le va bien en el amor.
—¿Entonces tengo que contarle todo? — Pregunté aún no muy convencido, con mi móvil en mano, a punto de llamarlo.
—Pues no todo, tío, no si no quieres, pero si de verdad lo quieres cuéntale todo y ya que él diga que hacer— Alex hablaba de forma convencida, así que yo asentí igual de convencido.
—Sí, joder, se lo diré— Dije convencido, llamé al número que ya tenía marcado y al primer tono, me arrepentí y colgué rápidamente—. No puedo hacerlo, Lely, no soy tan valiente como tú.
—No jodas, Rubius, tú me enseñaste a ser así, así que no seas cobarde y vuelve a marcarle— Negué rápidamente, pero antes de tener tiempo a algo una llamada entrante se escuchó en mi móvil, miré aterrado la pantalla y arroje lejos el móvil, pero Alexby lo tomó y contestó la llamada, después me pasó el móvil y entonces lo escuché.
—¿Rubén? —Sentí mi corazón detenerse.
—Hola, Samuel, ¿Cuánto tiempo? —Alexby rodó los ojos.
—¿Todo bien?
—Sí, yo... sólo llamó para saber si te apetece tomar algo o... no lo sé, tal vez podríamos cenar algo, yo invito— No hubo respuesta inmediata así que retiré mi oferta—. Olvídalo, tío, fue algo tonto, igual creo que no tengo tiempo y...
Alexby preguntó susurrando que qué mierda estaba diciendo.
—Oh... lo siento, es que ahora estoy algo liado, pero podemos vernos más tarde, Doblas— Sonreí, pero traté de contenerme.
