🍒Mi trabajo de mierda yo no lo escogí🍒
Yo no elegí estar aquí, pero ahora que lo estoy trataré de hacer lo mejor posible, para así, algún día poder alejarme lo más que pueda de aquí.
En esa despedida de soltero fui como acualquier otra, pero lo q...
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Narra Rubén
-Hola, Daddy-. Salude apenas llegar, observando como Samuel miraba los juguetes que estaban en las vitrinas.
-Doblas, me ha hecho esperar muchísimo-. Acuso, tomando una cuerda de la vitrina.
-Siento mucho hacerlo esperar, estaba... ocupado arreglándome, pero entiendo si quiere castigarme-. Me fui acercando hasta quedar cerca de él, quien me tomo de las manos y aunque no fue tan brusco, cuando puso la cuerda en mis muñecas, ahogue un quejido, el tacto de esas cuerdas hacían que me dolieran aun más las muñecas.
- ¿Te duele? -. Preguntó quitando la cuerda, viendo con más determinación mis muñecas, cuando sus manos pasaron inspeccionando, aunque sabía que no lo hacía de mala gana, aparte mis manos, con miedo de que me fuera a regañar por apartarme, pero fue inevitable-. Hey, tranquilo, Doblas. ¿Qué te pasó?
-No es nada, sólo... si quieres ten cuidado con la cuerda, ¿vale? -. Pedí.
- ¿No me contarás lo que te pasó? -. Dijo dejando la cuerda a un lado, negué-. Vale. Tendrás tus motivos, bebé.
- ¿Qué quiere hacer hoy, Daddy? -. Pregunté acercándome más a él, y note como en cada movimiento que sabía me dolía todo, pero ya no me iba a quejar, lo que menos quiero es que ahora vaya a poner una queja de mis servicios.
- ¿Quieres jugar un poco? -. Preguntó poniéndose arriba de mí, sin esperar a que le consintiera, comenzó a levantar la blusa que llevaba, dejando a la vista mi pecho que seguía rojo a causa de Danilo, pero me asegure de cubrir bien con maquillaje o a menos eso creo-. ¿Qué coño te pasó?
- ¿De qué habla, Daddy? - Pregunte haciéndome el loco.
-Que no estás bien, Doblas, primero tus muñecas y ahora tu pecho, sin hablar de que llegaste con los ojos ligeramente rojos ¿quién te hizo esto?
-No te importa, Samuel-. Dije en tono seco, para que no siguiera preguntando-. Sólo... ignóralo, por favor.
Samuel no dijo nada, sólo me quitó de encima de mí. Se incorporó y se iba acomodando la camisa, caminando hacía la puerta, me di prisa y le tomé del brazo antes de que saliera.
-No te vayas, por favor, si te vas a mi me...-Negue y solté su mano, no puedo rogarle que se quede.
- ¿Quieres que me quede? -. Pregunto girándose a verme, sólo asentí, sin despegar mi mirada del suelo-. Cuéntame que te pasó.
-No puedo, Daddy, me pueden pasar algo aún peor si te lo cuento.
- ¿Me dirás que te pasará si me voy?
- ¿Puedo confiar en ti? -. Pregunté sentándome otra vez en la cama.
-Por supuesto, baby-. También se sentó a mi lado, esperando a que comenzara a hablar.
