🍒Mi trabajo de mierda yo no lo escogí🍒
Yo no elegí estar aquí, pero ahora que lo estoy trataré de hacer lo mejor posible, para así, algún día poder alejarme lo más que pueda de aquí.
En esa despedida de soltero fui como acualquier otra, pero lo q...
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Narra Rubén
- ¿Por qué no me bailas un poco? -. Preguntó comenzando a quitarse la corbata morada que llevaba-. Antes no pudiste bailar, Baby.
Me fui acercando hacía el hombre, sus piernas estaban abiertas así que me puse en medio de ellas, comencé a menear mis caderas, con la atenta mirada de Samuel sobre ellas, cogí sus manos y las deje en ambos lados de mis caderas, me giré y comencé a menear mi culo sobre Samuel, sus manos hicieron presión en mis caderas.
-Mmm… Daddy… dejarás marca-. Dije al notar el agarre más fuerte sobre mi cadera. Supe cuánto le ponía que le dijera así cuando sentí algo grande y duro en mi trasero.
Samuel comenzó a simular embestidas que se sentían muy bien. Posiblemente esta noche no tenga que fingir placer. Jadeos comenzaron a salir de mi boca sin notarlo tan siquiera, las manos de Samuel comenzaron a subir mi falda hasta que pudo ver mis bragas. Cogí sus manos apenas quiso bajar mis bragas, deteniendo.
- ¿Hasta dónde quieres llegar, Daddy? -. Pregunte girándome y poniéndome de rodillas, entre sus piernas, acercando mi cabeza a su entrepierna.
- ¿Hasta dónde puedes llegar, Chiqui? -. Sonreí al saber que tendría suficiente para cubrir la cuota de hoy, mis manos fueron a su pantalón, levante mi mirada hasta la de él y comencé a quitar el botón de su pantalón, al igual que baje el cierre, bajando por completo su pantalón.
Mi mano fue hacía su miembro, tomándolo y comenzando a acariciarlo, me sorprendió el tamaño con el que contaba Samuel, pero no quise demostrarlo. Mis ojos no abandonaban los sujos cuando comencé a tocar directamente la piel de su polla, su tamaño era un que no había visto antes, era descomunal, junto como me gusta.
Sólo espero que sea gentil.
Mi boca comenzó a succionar la punta del miembro de Samuel, recibía jadeos por arte de él, supe que tal vez no sería tan gentil cuando tomo mi cabello y comenzó a guiar mis movimientos, haciendo que su miembro tocara mi garganta y comenzara a faltarme el aire, pero esta vez en lugar de darme miedo que me pudiera ahogar, era excitante.
Sacó su miembro de golpe y me levantó, para ir hacía la cama, se acostó y me coloque arriba de él, meneando mis caderas, haciendo ficción entre nosotros, comencé a quitarme la ropa con lentitud, bajo la mirada potente de Samuel de Luque.
Ahora sólo llevaba la falta, que no cubría mucho al estar sentado de esta manera, bese a Samuel dejando que se lengua de colara y comenzara con un beso intenso y provocador, las posiciones se intercambiaron y ahora Samuel estaba arriba de mí, mis piernas se enrollaron a Samuel, sus labios no dejaban mi cuello, mis dedos iban buscando deshacernos de su camisa, botón tras botón iba sintiendo el trabajado abdomen de este hombre, con su ayuda logre quitarle la camisa y él aprovecho para quitar mi falda al igual que mis bragas, cuando le iba a informar donde estaban los condones Samuel se levantó de la cama alejándose de mí, preste atención a sus movimientos, fue hacía donde había quedado su pantalón y sacó una tira con al menos 5 condones.
Se colocó de nuevo sobre mí, juntando nuestros miembros haciendo que de mí salieran jadeos al sentir un poco de atención en mi miembro.
Mientras se colocaba el condón no podía alejar mi vista del miembro, pues dolería cuando entrara en mi sin dudas, uní nuestros labios cuando terminó de colocárselo, sus avisar sentí como su polla iba entrando en mi sin detenerse, sentía más ardor según iba entrando, pero trate de disimularlo, pues sé que no es bueno quejarme, se detuvo y espero a que le informara que podía comenzar a moverse lo cual agradecía mi culito.
Sus movimientos iban siendo más fuertes, mis gemidos iban saliendo sin algún filtro y por primera vez en mucho tiempo estaba sintiendo placer.
Su polla golpeaba mi punto dulce, uno que nunca recibía atención, de la boca de Samuel salían jadeos graves que me provocaban querer seguir escuchándolos, mis uñas se aferraron en su espalda, rasguñado cuando las embestidas se habían mucho más rápidas y profundas, mis piernas rodearon a Samuel nuevamente acercándolo lo más que se podía a mí, nuestro cuerpo sudado ahora conectaba y nuestros labios de vez en cuando compartían besos sin mucha cordura.
- ¡Ah… Daddy~! ¬-El orgasmo llegó a mí, corriéndome en el pecho de ambos, mientras Samuel se venía dentro de mí, pero con el condón puesto, nos quedamos así hasta después de unos segundos, hasta que Samuel salió de mí y se tumbó a mi lado.
Tratando de controlar mi espiración voltee a ver a Samuel, su cabello se había pegado un poco a su cabello, sus ojos lucían increíblemente bien y todo su cuerpo era pura obra de arte, nunca había visto a alguien tan atractivo como él.
-Eso fue increíble, Daddy, pero necesito que me pague ya-. Dije tratando de asegurar de que recibiría por su mano mi dinero.
-Pero, baby, no hemos ni empezado-. Sonreí al escuchar eso y apenas nos recuperamos volví a saltar encima de Samuel.
La noche no termino para nosotros hasta acabar con los condones que llevaba Samuel, al terminar definitivamente tomamos una ducha juntos y Samuel preguntó sobre mi precio.
Me fui muy arriba con el precio, creí que se negaría y me diría que no valgo tanto, pero me dio el dinero sin renegar, sin decir algo tan siquiera. Guarde el dinero y dormimos acurrucados.
Por la mañana, desperté sin hacer ruido, me cambie rápido y rogué para que Samuel no despertara, busque papel y tinta para poder dejarle mi información, cuando lo encontré deje una nota. <<Espero verlo pronto, Daddy>>, seguido de la dirección donde podría encontrarme y mi nombre, todo escrito de manera perfecta.
Fui hacía su pantalón, buscando su billetera, la cual encontré con facilidad, sonreí al ver todo el dinero que cargaba Samuel, con algo de suerte no lo notaría, tomé varios billetes, asegurándome de que no lo notara, los guarde, deje la billetera justo donde estaba y me acerque a Samuel, quien seguía plácidamente dormido.
Deje la nota a un lado de su móvil y me acerque para dejar un beso en su mejilla.
-Gracias por esto, Daddy-. Dije no refiriéndome precisamente al sexo.
Bien hecho, Rubén, estaré bien por un par de días con lo que le pude sacar al ingenuo Samuel de Luque.
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