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Seungmin
—Entonces dime, Seungmin. ¿Cómo es realmente vivir con éste? Cuando estábamos en la universidad, fue el olor de sus calcetines sucios el que me hizo caer. ¿Ha mejorado en ese departamento?—
Hyunjin arrojó su servilleta a la cabeza de Jeno, mientras que Haechan se quitaba las gafas y las limpiaba casualmente en el dobladillo de su camisa, ignorando efectivamente a los dos niños alfa bastante mayorcitos en su mesa.
—Realmente, Seungmin. Jeno y yo entendemos por qué no confiabas en nosotros; en tus zapatos, no estoy seguro de si habríamos confiado nosotros también. Lamento que hayas pasado todo eso solo. Espero que sepas que nunca fuiste alguien extraño para nosotros, eres parte de nuestra familia—.
Extendí mi mano y cubrí la mano de Haechan con la mía, dándole un ligero apretón.
—Lo sé, Hyuck. Y ustedes son una familia para mí también. No era que pensara que me juzgarían, o desaprobarían; simplemente no quería que Jeno supiera antes de que lo hiciera Hyunjin. Tan tonto como suena ahora—.
Jeno habló en broma.
—No lo apruebo y lo desapruebo. Mírame, estoy desaprobando y juzgando a lo tonto—.
Haechan le lanzó a su marido una mirada juguetona.
—Eso no me parece gracioso en absoluto. Y tal vez si Hyunjin realmente te hubiera dado su información de contacto, mucho de esto podría haber sido arreglado. Pero oye, al menos ustedes lo arreglaron—.
Jeno me sonrió gentilmente.
—Lo siento, fui un idiota en el cumpleaños de Sky y no fue correcto que te hubiese tratado así—.
Miré hacia la mesa cuando sentí que mis mejillas comenzaban a sonrojarse.
—No, lo entiendo. Hyunjin es tu amigo, tuviste que cuidarle la espalda—.
—Es cierto, pero no tengo que ser un idiota al respecto. Entonces acepta mi disculpa, ¿de acuerdo? Haechan y Hyunjin serán los primeros en decirte que una disculpa mía vale su peso en oro—.
Haechan sonrió a su esposo.
—Sí, porque el poderoso abogado rara vez está equivocado. ¿Es eso correcto, 90210?—
Jeno le guiñó un ojo a Haechan.
—Sabe que es correcto, cariño—.
Mientras volteaba para darle a Sky unos cuantos bocados de puré de patatas, alguien agregó comida a mi plato. Cuando volví, había un gran montículo de ensalada de col, aparte del pollo frito. Pensaba en quienquiera que lo hizo, pero desafortunadamente, eché un vistazo y mi estómago se revolvió cuando el olor del repollo y el aderezo golpearon mi nariz.
—Hyunjin, ve a Sky un momento por favor, mi estómago me está molestando de nuevo. —Parecía preocupado, pero solo asintió con la cabeza mientras saltaba y corría hacia la casa. Hice una línea recta por el pasillo hasta el baño de visitas familiar que utilizaba durante los cuatro años que había vivido aquí con Jeno y Haechan.
