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Seungmin
—No te atrevas a poner esa cosa cerca de ese traje blanco! Solo aléjate del hojaldre de crema. —Felix se veía francamente amenazante mientras caminaba hacia adelante con su mano extendida hacía el pastelito que estaba a punto comer.
Renjun se paró frente a mí y levantó su propia mano.
—Felix, necesitas respirar. El hombre tiene seis meses de embarazo. Si quiere un hojaldre de crema, tiene derecho a ello. Especialmente cuando los dos sabemos que es probablemente que no vaya a ser capaz de comer en la recepción al menos en una hora o más. E incluso entonces, la gente lo molestará—.
—Hay otros pasteles aquí que no contienen relleno o azúcar en polvo. El azúcar en polvo es tan letal como el brillo, esa cosa llega a todas partes. —Felix dijo mientras pasaba a Renjun para arrancarme el pastelito de mi mano. Lo tomo y sacó un paquete de toallitas húmedas de su bolsillo—.
Renjun se hizo a un lado con un suspiro mientras Felix procedía a limpiarme las manos y la cara como si fuera un niño. Mordí una sonrisa cuando vi a Renjun deslizarse hacia la caja. Rápidamente envolvió uno en una servilleta y lo deslizó en el bolsillo de su traje.
Felix se giró para ver lo que estaba mirando, sus ojos entrecerrando sospechosamente a Renjun.
—¿Por qué tengo la sensación de que hiciste algo? —Felix exigió.
Renjun dio su sonrisa más angelical y levantó ambas manos.
—Hey, no me mires a mí. Yo estoy aquí sólo para ayudar, ¿recuerdas?—
—Exactamente. Y creo que probablemente debas recordar esa parte en particular de la descripción de tu trabajo —murmuró Felix irritado mientras sacaba su teléfono y comenzaba a tocar la pantalla.
—Quiero decir —estoy bastante seguro de que alguien tiene que ser pagado para llamarlo un trabajo... pero te escucho Lixie —Dijo Renjun.
Felix levantó la vista de su teléfono un momento después.
—Está bien, la lista de verificación está completa y todo está correcto según lo programado. ¿Estás dispuesto a casarte?—
Le di a los pastelitos de Taeyong una última mirada de anhelo, luego asentí de mala gana.
—Si tú lo dices—.
—Sí, porque ese es el tipo de actitud que su novio quiere oír — Haechan rió mientras se acercaba a nosotros.
—¿Soy el único que ve cómo me veo en este traje? —Froté ambas manos sobre mi vientre enorme, girando hacia un lado para mirar mi reflejo en el espejo de cuerpo entero antes de volver a Haechan para quejarme— Y muero de hambre, pero Felix ha ganado y no me deja comer cualquiera de los fantásticos hojaldres que Taeyong hizo para mí. ¡Para mí! ¡Esos fueron un regalo! Y la peor parte es que incluso trajo los de crema y son mis favoritos—.
