La cafetería.

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Antes de llegar a las clases, me gusta tomarme mi café, siempre que tengo tiempo, para soportar el sueño y el día. Aunque la noche no ha sido muy favorecedora, pero bueno.
Espero mi turno, y cuando me toca pido un descafeinado con espuma y nata, uno de mis preferidos.
Me siento con mi mochila en una mesita desocupada un poco pequeña. Me amoldo.
Me tomo el café, mientras termino de hacer la tarea que anoche por razones obvias no hice.
Termino del todo, recojo todo y salgo. Voy andando tranquila, hasta que oigo que me llaman.
—Hola Carson, buenos días.
—De qué buen humor estás, después de lo de anoche
—Ya bueno, no todos somos como tú, ¿querías algo ?
—No... bueno... solo quería, nada olvídalo, es prácticamente imposible. Me voy , adiós.
—Te veo luego en clase.
—Sí, adiós.
Empezamos bien el día, con sueño, pero allá voy.
Entro en la clase, me acomodo en mi sitio y veo que entra Tristan y detrás Carson, me echa mirada, para mi gusto demasiado agria, pero sexy a la vez. Se sienta Tris a mi lado y me da un abrazo.
—¿Qué tal anoche? No te volví a ver en la fiesta
—Me tuve que ir Tris, ya te contaré luego
—Se metió en habilitaciones ajenas
Me giré y le lancé una mirada de odio a lo que me respondió con una sonrisa y me giré, no quería mirarle más. Me estaba costando mucho aguantarme de no darle algún grito que otro. No perder los papeles Avery!
—No le haga caso Av,!
—No Tristan, es que eso fue lo que pasó...
—Bueno y que! En las fiestas es a lo que te arriesgas. Jajaja
Estuve el resto de la hora callada y compartiendo apuntes con ella. Hasta que las dos nos fuimos con el resto de chicas.
—Hola Avery me dijo Addy.
—Hola chicas, respondí a todas
—Qué tal la noche ?
—Fatal, me enfrente con la novia de Carson, la tal Molly y luego tuve unas palabras con Carson, no muy agradables, luego me fui a casa sola y... aquí estoy, no he dormido casi nada, solo una hora. Vaya vida jajaja
—¿Carson, con novia? Sería la primera vez, él no tiene novia, ella te mintió.
Por dentro me relajé, disfruté por primera vez de una mentira, y de que me gustase que fuera mentira. Pero ¿porque ?
Lo averiguaré.
—Bueno me da igual. Ya no tengo nada más que hacer ni hablar con esos dos.
—Así me gusta Avery! Ponte en tu sitio.
Les sonreí y me fui a clase otra vez...

Electricidad carnal. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora