Sentí sus labios encima de los míos y un sabor agrio y tóxico, y algo... dulce, desconecté de mí misma, de mis propios sentidos, y me apreté contra él, es como si hubiera pasado una eternidad, creo que estamos hechos el uno para el otro. Me moví más rápido que él y puse mis manos detrás de su cuello para sentir sus toquecitos de la lengua sobre mis labios.
Sentía mil mariposas en las costillas, estaba muy débil.Y no me percibí de la maldita campanilla de la cafetería, hasta que oí mi nombre en un grito y supe que se había torcido todo.
Mi novio, o lo que quede de él.
Le tenía a menos de un metro de mí y vi en sus ojos el dolor que le producía este beso, a mi me quemaba la garganta y no sabía ni quería respirar en estos momentos.
Me fui acercando a él despacio, con Carson en la mesa, observándolo todo, preparado para atacar, ¿Como había cambiado tanto nuestra relación? ¿Acaso lo es?—Estate quieta, ni te acerques a mí, ¿como has podido? Con todo lo que te he dado
—Tay, lo siento, yo no...
—¿Qué? ¿Tú no querías? Te veías muy entregada.
—Sucedió sin más
—Yo sabía que algo pasaba entre vosotros dos, pero tía, ¿esto? No... es que me produces toda la repugnancia del mundo
—Ty, por favor, deja que te lo explique
—No tienes nada que explicarle-Carson habló demasiado deprisa para lo que yo esperaba y en ese momento supe que esto no podría acabar bien.
—Tú pedazo de mierda, no te metas
—¿Pedazo de mierda? Que originalidad
—¿No te advertí con el puñetazo que te di? ¿Que pasa, eh? ¿Quieres más?
Me metí entre ellos dos, aunque me sacaban una cabeza y media y quedaba por debajo de ellos,intenté detenerlos.
—Y ¿a ti no te bastó con la que te di? ¿Vienes a repetir?
Sentí a Carson en mi espalda, dándome calor y no se porque tuve esa extraña sensación de protección.
—No debería perdonarte Avery, pero hoy me siento generoso-me dijo mirándole a él con toda la rabia del mundo.
—... Y te perdonaré y seguiremos juntos, como debemos estar.
Ahí empecé a frustrarme sabía que esto no tendría ninguna salida... como iba a estar con una persona que me ha maltratado, y me ha hecho sentirme la peor de los dos.La cafetería entera estaba pendiente de nosotros, parecemos un imán de los problemas y como no quería eso les dije que por favor saliéramos fuera y accedieron a empujones y a mala leche, pero ya no puedo aguantar esto más.
Después me fui hacia Tay y dije:
—Tay, yo no voy a volver contigo, no después de todo lo que hemos pasado. Lo siento. Se que es duro de aceptar tu nueva realidad, pero aquí se acaba lo nuestro-le dije mirándole a la cara, de manera neutral, para que no haya malentendidos.
Me acerqué a Carson y sentí su calor, irradiaba como el propio sol e iba a quemarme con él.
En ese momento sentí como me cogía del abrigo y me ponía contra él, y me obligaba a mirarle a la cara, una cara que yo no quería seguir viendo.
—Tú no te vas a ninguna parte, no puedes dejarme-me dijo gritando
Carson le empujó y por fin me soltó, pero lo peor estaba por venir... no nos hacíamos una idea.
Entonces sentí una bofetada de algo caliente en toda mi cara y me acerqué a él, con lágrimas en los ojos, que me inundaban le miré a los ojos y se la devolví, yo le hice más daño, pero eso no bastó para darme un puñetazo en toda la mandíbula haciéndome sangrar un poco en la boca y el siguiente golpe no llegó porque Carson se abalanzó contra él, y lo derribó, gritando y dando puñetazos y patadas. Me fui corriendo hacia Carson y con toda la poca fuerza que tengo empecé a cogerle del brazo para que se apartara. Intentando pararlos, grite a Carson y le supliqué, pero no parecía escucharme, en ese momento sentí miedo. Solo podía llorar y empezaron los problemas de verdad...
—Hijo de puta! ¿Cómo te atreves? Que es tu novia
—Esa zorra me debe la... -puñetazo, golpe, y empecé a marearme y a ver sangre...
Solo oía golpes y gritos e insultos, y olía a sangre y entonces me mareé y me desmayé.
Sentí toda mi gravedad cayendo y sentí el golpe fuerte en mi cabeza, como si hubiera chocado con algo y me hubiera noqueado.
Y luego no sentí nada más. Solo oscuridad, la oscuridad se cernía sobre mí, como si me fuera a devorar.
Y me devoró.
ESTÁS LEYENDO
Electricidad carnal.
JugendliteraturEllos dos no se conocen, pero cuando sus vidas se entrelazan, todo cambia. Mucho amor, muchas peleas, muchos viajes, muchas horas separados para volver a estar juntos... una historia que les hará cambiar de manera inevitable.