Después de tres días de haber sentido un dolor en el pecho inigualable, decidí que quería poner fin a esto, no puedo enfrentarme a esta situación, lo peor de todo es que mis recuerdos me amenazan y acaban conmigo hasta el cansancio, hasta que lloro o pego cuatro puñetazos en la pared o en las puertas y me hago heridas que luego no me curo, porque nadie como ella. Claro. Tenía que meterse en mi piel, en mi vida, en mi. Hostia tío. Esto está muy mal, es demente. Necesito salir de esta cabaña aislada, era un refugio que yo solía tener a las afueras para cuando las cosas se iban demasiado lejos y nada podía ser controlado. Y me pasaba las noches llorando y gritando y preguntándome porque, prácticamente igual que ahora, poco ha cambiado.
Debería volver, pero aquí siento paz, aunque me duela, nadie me mira como el malo, no tengo a la pesada de mi ex, que no sé qué demonios hace aquí, pero tampoco estaré para escuchar su respuesta. Necesito algo que me inspire... pero aquí no tengo alcohol... yo me siento muy solo. Necesitaría ir a comprar, pero ni me veo capaz, mis piernas me fallan y mi cabeza ya no te cuento.
Asique decido coger el auto y volver de vuelta al sitio al que se supone que pertenezco, aunque yo no lo vea así. Hasta ahora encajaba todo muy bien... pero Avery, maldita sea, ¿qué hago con ella ? Ni si quiera podré mirarla a la cara después de lo que le dije, siento que nadie se merece todo el dolor por el que les hago pasar. Y ahí están. Para mí. Incluso Alice.
El viaje se me hace muy largo, son solo casi 3 horas, pero se me hacen como 5 y tengo anisas en el pecho y ganas de gritar, pero si pierdo el control, ¿qué será de mi ? No lo podré dirigir...
Al parar en la gasolinera, me percato de que hacía más frío de lo que podía imaginar, y solo voy con una sudadera y unos tejanos y maldita sea, el frío y el mundo que se me cuela en la piel y me hace tiritar. Y me cabrea de la hostia. Le daría un buen puñetazo al aire, pero de nada serviría... Asique para calmar mi ansiedad me compro un paquete de tabaco y sé que solo utilizaré uno o dos, pero calmará mi intranquilidad hasta que llegue a mi " hogar " maldito hogar.
Cuando termino, me lo enciendo y lo paso a los labios y lo aspiro como si fuera el último soplo de vida, necesito dejar de temblar. Esto no va a cambiar, asique yo decidiré los límites que ponen a partir de ahora. Otra calada y maldita sea.... Que delicioso, que mierda más deliciosa en estos momentos. Si mi pequeña Avery o mi pequeño torbellino estuviera aquí.... me lo quitaría, lo pagaría en el suelo y me haría de rabiar gritándome que coló hago con mi vida, y no debería ser tan inconsciente. Pero debería tranquilizarla y besarla, para saber que todo está bien. Pero ¿que está bien ? Nada nada.
Nos pondríamos a gritarnos a discutir en medio del coche y de la nada y luego me acercaría a ella para pedirla perdón y tocar su pelo. Me asfixio.Necesito olvidar.
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Electricidad carnal.
Teen FictionEllos dos no se conocen, pero cuando sus vidas se entrelazan, todo cambia. Mucho amor, muchas peleas, muchos viajes, muchas horas separados para volver a estar juntos... una historia que les hará cambiar de manera inevitable.