Capítulo 16: Peter y el lobo.

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Después del entrenamiento las niñas fueron a refrescarse en un pequeño rio que discurría a través de la colina, mientras hablaban y jugaban.

—Oigan ¿Creen que Aslan y Peter ya hayan acabado su charla?— preguntó Danielle.

— Yo creo que sí, ya paso mucho tiempo—respondió Lucy—. Al propósito ¿Qué tienen tú y Peter?

—Es cierto— habló Susan—. Los vi hablar solos aquella noche en la cueva, se gustan, ¿verdad?

— ¡Qué cosas dicen! Peter y yo solo somos...

— ¿Qué somos?— cuestionó Peter, quien acababa de aparecer de entre los árboles, con una sonrisa ladeada.

Danielle se ruborizó hasta las orejas y empezó a balbucear cosas sin sentido, como: "somos ami... No bueno, talvez nov.... Pero tampoco, entonces, no lo sé" en el rostro de Peter apareció una expresión extraña, una mezcla de confusión y risa, mientras miraba a Danielle con un pequeño brillo en los ojos. Susan y Lucy se encargaron de romper en carcajadas.

—¿Qué cosa dije? ¿Por qué ríen?— inquirió Danielle.

—Oh, por nada—respondió Susan, que aun reía.

— Bueno, creo que será mejor que nos cambiemos, está anocheciendo—dijo Danielle.

La niña se disponía a salir del rio, seguida de Lucy, Susan y Peter, pero entonces, de los arboles había surgido una enorme figura aterrorizante, un lobo.

— ¡AH!—gritó Danielle, que estaba siendo atacada por la criatura.

Tan rápido como le fue posible, Peter desenvainó su espada y sin pensarlo dos veces atravesó al lobo por el estómago, el peso del animal y su sangre se derramó por las ropas del muchacho, y éste, perplejo por lo sucedido, no pudo articular una palabra. Danielle estaba aturdida y las otras dos niñas seguían en el rio, abrazadas por el miedo.

—¡Ahí hay otro lobo!—exclamó Peter, señalando en lo más adentrado de los árboles.

Susan salió del rio y revolcó apresurada entre sus cosas, después de un instante lo encontró, el cuerno de marfil que le había obsequiado papá Noel, recordando lo que éste le había dijo "no importa dónde te encuentres, cuando soples en el cuerno, recibirás ayuda" al mismo tiempo en que Susan soplaba el cuerno con todas sus fuerzas, Aslan apareció de entre el bosque, junto con unos tres centauros y cuatro faunos. El lobo que había visto Peter salió huyendo, preso del miedo, al haber visto al león.

—Síganlo— exclamó Aslan—. Los guiará a la bruja, y al mismo tiempo, al hijo de Adán.

De ese modo, los centauros y faunos se esfumaron dentro del bosque, siguiendo al lobo.

A Través Del Agua: Hija Del Mar © || Peter PevensieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora