Despierto junto a Jesús y por un momento me asusto al no saber que hacíamos los dos juntos en una misma cama, pero luego recuerdo que esto va a ser así casi dos semanas y se me pasa. Apago la alarma antes de que suene y antes de que pueda levantarme o al menos sentarme en la cama, Jesús rodea con su brazo mi cintura. Sonrío, pero al momento borro esa sonrisa estúpida e intento despertarlo. No es que no sea mi tipo ni nada, al contrario coincide con los tíos que me suelen gustar, pero nos parecemos mucho y si tuviéramos algo no saldría bien. Prefiero tener una amistad a echar un polvo y no volver a hablarnos.
- Jesús -lo llamo y le doy toquecitos en el hombro a lo que él se agarra aún más a mi cintura haciéndome reír- vamos a llegar tarde al buffet por tu culpa.
- Mmmm -dice y apoya su cabeza en mi pecho- solo 5 minutos más.
- Venga, hazlo por mí -le susurro y abre un ojo para mirarme-
- Está bien -dice y se separa de mi para sentarse en la cama- estás muy guapa por las mañana.
- Ya claro -digo divertida y entro al baño-
- No llevas bien eso de que te suelten cumplidos ¿eh? -dice cuando salgo del baño-
- Bueno, esa será tu opinión, solo soy realista -digo mientras me recojo el pelo-
Lo escucho reír y entra él al baño.
No quiero decir que me pone nerviosa estar a solas con él.
Pero un poco sí.
No me gusta, eso lo tengo claro.
Bueno tal vez un poco sí.
No mientas.
Estás mintiéndote tu a ti misma cerda.
Tras una breve discusión conmigo misma, Jesús sale del baño ya vestido y como yo ya me había vestido, pues ponemos rumbo al buffet del hotel para encontrarnos allí con Dani y Cad.
Observe la escena de como estos dos nos esperaban, pero ni si quiera se miraban mutuamente simplemente hacían como si el otro no estuviera. Sin embargo, cuando cruzaban miradas tenían una sonrisa cómplice el uno para el otro.
¿Qué coño les ha pasado a estos?
Cadie.
¿Que no he hecho esquí en mi vida y casi me mato el primer día? Sí.
¿Que casi me mato por estar pensando en que Dani y yo nos hemos besado esta mañana? También.
Sí, vale, nos hemos besado y tal vez no solo una vez.
Acabamos de parar todo el tema del esquí y el snow para almorzar en la estación de esquí, que hay un bar y está preparado para si viene mucha gente, ya sabéis como van esos rollos cuando vienes con el instituto.
- ¿Que elegiste para comer? -pregunto a Dani y me mira alzando una de sus cejas-
- Espaguetis ¿y tú? -pregunta divertido-
- Albóndigas en salsa ¿no es obvio? -digo y pongo los ojos en blanco-
Noto como alguien pasa detrás de mi asiento y tal vez no tan accidentalmente, tira encima de mi un vaso de refresco y me giro hacia la persona que es divisando a Justina. Dios, ¿no se cansa de cagarla conmigo?
- ¿Eres idiota o no te llega el oxígeno al minúsculo cerebro que tienes? -le pregunto empapada de lo que parece ser fanta de naranja-
- No ha sido a propósito estúpida -refunfuña y la miro mal-
Camino enfurecida al baño, escucho unos pasos detrás de mi, pero dando por hecho que es Olivia ni si quiera cierro la puerta detrás de mi. Diviso el baño y al ver que no hay nadie me quito la camiseta térmica que llevaba puesta, quedándome en sujetador.
- Olivia -digo aún sin mirarla- ¿quieres cerrar la puta puerta? -digo y me giro en su dirección-
Dios.
No es Olivia, odio mi vida.
- Joder -dice Dani y tras repasarme con la mirada, mira hacia otro lado-
- ¿Qué haces tú aquí? -pregunto frunciendo el ceño dándole la espalda mientras intento lavar la camiseta-
- Eh, iba a venir Oli... eh pero, le he dicho que no se preocupara y... eh, pues he venido yo -dice y a continuación traga saliva-
- Pasa -digo y me mira abriendo los ojos como platos- acabas de verme y si te quedas en la puerta no serás el único en verme así.
Dani finalmente entra al interior del baño cerrando la puerta detrás de él y me mira divertido.
- ¿Qué coño te hace tanta gracia? -pregunto mirándole en el reflejo del espejo-
- Nada, la situación en sí -dice y me sonríe divertido- anda toma -dice cediéndome una sudadera que había traído-
- Gracias -digo y me pongo la sudadera bajo su atenta mirada-
- ¿Puedo comentar algo acerca de tus te...? -dice pero antes de que pueda continuar hablando lo corto-
- Eres un cerdo -le digo y veo como se ríe- y yo apesto a refresco de naranja -digo molesta, me tenso al notar como se posiciona a mi lado y acaricia mi brazo-
- Bueno ahora puedo decir que estás para comerte ¿no? -dice con una sonrisa y me volteo para mirarlo-
- ¿Te he dicho alguna vez que eres idiota?
- Creo que un millón de veces -replica sarcástico-
Antes de que pueda responderle siendo sarcástica, acorta la distancia que hay entre nosotros juntando sus labios con los míos. Posiciona su mano en mi cuello para profundizar aún más el beso y sí, le he seguido el beso.
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Antes de que nos separemos, la puerta se abre de par en par dejándonos ver a alguien que tras ver esto nos hará muchas preguntas.
