Jugar con fuego {Gemeliers}

17

Jesús.

Observo la sonrisa empalagosa que le muestra Jack a Olivia y no puedo evitar poner los ojos en blanco. Lleva dos días intentando ligar con ella, llega a ser un poco cansino. Mientras escucho junto a Oli como este tío intenta camelársela, recuerdo la escena que vi hace unas dos horas. Dani comiéndose la boca con Cadie, quién lo diría. Desde que lo vi apenas han hablado conmigo, intento no reírme ante la situación e intento pensar en otra cosa. Diviso con la mirada a una chica rubia que pasa por mi lado y me sonríe, a lo que yo le guiño el ojo. Sí, estábamos en la cena del primer día y ya estaba intentando ligar con alguien.

- Oye tío -me llamó Jack al momento en el que Olivia se fue junto a Cadie a por algo de beber- ¿me dejarías la habitación a solas con Ol esta noche?

- Pues no -contesté tranquilamente- apáñatelas para follar en otro sitio, es mi habitación.

Dani alzó una de sus cejas al escuchar la conversación.

- Enróllate tío -dijo y se peinó su melena de surfero rubia- 

- ¿Vas a seguir dándome la tabarra? -pregunté al rubio y Olivia me miró extrañada cuando volvió a nuestra mesa-

- ¿Qué pasa? -preguntó extrañada mirándome-

- Nada, solo... -dije y lo miré- cosas de tíos, supongo.

Oí un suspiro de tranquilidad por parte de Jack, pero sabía que la morena no se había creído nada. Tras terminar de cenar, subimos a nuestra habitación respectivamente y sin esperármelo, antes de entrar a la habitación Olivia tiró de mi brazo para hablar conmigo.

- ¿Qué pasa? ¿Se te ha despeinado una barbie? -pregunté sarcástico mientras me giraba para mirarla-

- ¿Qué coño te dijo Jack? -preguntó frunciendo el ceño-

Ops, era eso.

- Quería que le dejara la habitación, nuestra habitación -aclaré- básicamente para follar contigo.

- Será cerdo -dijo y sonríe-

- ¿Hice bien entonces? -pregunto y asiente confusa-

- Oye... y ¿por qué le dijiste que no? -preguntó mirándose los zapatos-

Por un momento me mantuve en silencio, ¿qué podía decirle? ¿No quiero que jueguen contigo porque me importas más que cualquier otra tía? ¿Me llevas llamando la atención desde que te conocí y no quiero que te hagan daño?

Me negaba en rotundo en decir alguna de esas opciones u otras que pasaban por mi mente, así que opté por la más sencilla.

- Compartimos habitación -digo y ella me mira sin entender muy bien a donde quiero llegar- no quiero dormir en las mismas sábanas donde has follado... con otro quiero decir, si fuera conmigo no habría problemas -dije y ella puso sus preciosos ojos en blanco para luego pasar a mi lado y entrar a nuestra habitación-

Entré tras ella y vi como se quitaba la enorme sudadera que llevaba puesta para luego hacerse un moño con su melena rubia bajo mi atenta mirada. 

- ¿Qué coño miras? -preguntó borde y le sonreí divertido-

- Nada, joder, cualquiera diría que te ha molestado lo que te he dicho -digo y veo como abre la ventana-

Acto seguido saca su paquete de tabaco y lo enciende, se sienta en el pequeño sofá que tiene la ventana al lado y me mira divertida.

- No, es más, si yo no follo aquí, tú tampoco -dice mirándome creyéndose superior-

- Entonces la única opción que quedaría sería hacerlo juntos -digo y veo como se ríe ante mi comentario-

- En tus mejores sueños y en mis peores pesadillas, tal vez -dice y da una calada al cigarrillo-

- Lo dices como si fuera algo horrible -digo y me mira alzando una de sus cejas-

- Si ni si quiera hemos hablado mucho más allá de meternos el uno con el otro, ni nos hemos besado -dice divertida y la miro con una sonrisa- si esas cosas no ocurren es porque no estamos hechos para tener nada más, solo una amistad.

- ¿Y eso lo leíste en la superpop o en la bravo? -pregunto y termina de fumarse el cigarrillo para luego poner los ojos en blanco- Venga ya, esas cosas no han pasado porque nosotros no hemos querido que pasara, si quisiéramos ya habrían pasado.

- O no -dice una vez más llevándome la contraria-

- Te encanta llevarme la contraria ¿no? -le pregunto y se ríe- Ahora mismo si quisiera podría besarte.

- Ni de coña -dice y la miro alzando una de mis cejas-

- ¿Y eso quién lo impide? -pregunto acercándome a ella-

- Yo -dice y se levanta del sofá donde estaba sentada para irse a la otra esquina de la habitación- No vas a besarme.

- Tal vez no ahora, pero si luego -digo y me mira mal sentada desde la cama-

- Eres un incordio -dice y sonrío divertido-

- Y tu estás preciosa enfadada -digo sin pensar y acto seguido abro los ojos impresionado por haber soltado eso sin querer-

Ella me mira igual de impresionada que yo por haber soltado eso y se tumba en la cama.

¿Qué coño me pasa? ¿Por qué he soltado eso?

- Jesús -me llama y camino hacia la cama para sentarme a su lado- eres consciente de que nos hemos declarado la guerra y ninguno va a poder acostarse con nadie en esta habitación ¿no?

- A no ser que sea mutuo y nos acostemos juntos -digo yo y se ríe-

- Eso no pasará -dice rotunda y se gira para mirarme-

- ¿Me estas retando? -pregunto y sonríe-

- No, al igual tienes tantas ganas de hacerlo conmigo que solo buscas excusas para follar conmigo -dice convencida y alzo una de mis cejas-

- O al igual tu quieres que pase eso porque te mueres por hacerlo tú conmigo -digo y frunce el ceño-

Nos miramos mutuamente desafiantes como si lo que nos hubiera dicho el otro realmente fuera lo que pensamos.

- Vete a la mierda -dijo y cogió su móvil para pasar de mi-

- ¿Estamos en guerra entonces? -pregunté inocente-

- Haz lo que te dé la gana, pero déjame en paz.

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LA TENSIÓN ENTRE ESTAS PERSONAS VA A AUMENTAR MUCHO.

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