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Una semana más tarde...

Cad

Suspiro mirando al profesor de historia, sí, ya hemos vuelto del viaje, y sí, no he vuelto a hablar con Dani desde entonces. Siento unos ojos marrones puestos en mi y miro a mi derecha, pero no son los ojos marrones que me gustaría los que me están mirando, sino los de Brad. Dios, supérame pesado. Pongo los ojos en blanco cuando veo a mi ex-novio sonreírme y vuelvo a mirar a Marc, el profesor. Debe tener unos 28 años y es bastante guapo la verdad. Nunca me imaginé decir eso de un profesor.

Sin embargo, aunque Dani y yo no hayamos hablado en una semana, Jesús y Oli han quedado alguna vez pero ni ellos entienden que llegan a ser del todo. Marc termina la clase y salgo al pasillo a coger un poco el aire, esperando allí que Olivia salga, pero por desgracia no es mi amiga rubia la que sale de la clase sino todo el equipo de fútbol tras Brad, que me mira con una sonrisa y se acerca peligrosamente a mi. Trago saliva y él se apoya junto al marco de la puerta de nuestra clase para mirarme.

- Cad -me llama y lo miro frunciendo el ceño- ¿haces algo esta tarde? 

- Ignorarte, ¿te parece poco? -digo y pongo los ojos en blanco-

Escucho un 'uuuuuuuuh'  por parte de los chicos que venían junto a Brad, pero él no se rinde y continúa mirándome.

- Venga, deja de hacerte la dura Caddie -dijo e intentó tocar mi brazo pero lo aparté antes de que pudiera- Ya sabemos que rompiste con Dani, deja de hacerte la interesante, así no vas a echar un polvo en tu vida, no seas estúpida. No va a volver por ti. Nunca encontrarás a alguien como yo, y te darás cuenta de que nadie te va a querer sino soy yo, no tendrás mejores opciones que yo, admítelo.

Miré al suelo hasta que escuché una voz que me hizo levantar mi cabeza y sonreír levemente.

- ¿Qué coño te crees que eres para hablarle así capullo engreído? -dijo Oli y lo empujó para alejarlo de mi- Más te vale que desaparezcas sino quieres que te dé una patada en los huevos tan fuerte como para que tengas dolor por una semana, ridículo de mierda.

Brad la miró con rabia y desapareció por el pasillo junto a los chicos que lo esperaban. Olivia se giró hacia mi preocupada y me puso un brazo por encima de mis hombros.

- No hagas que se meta en tu cabeza Caddie, no le des ese poder a un uni-neuronal como él -me susurró y tragué saliva-

- ¿Y si tiene razón y no...? -dije, pero la voz de Daniel me cortó de raíz-

Lo observé con detenimiento llevaba su tupé perfectamente peinado e iba vestido con su característica chupa de cuero,  un pantalón vaquero y una camiseta básica blanca. Muy Daniel Oviedo.

Cuando volví a fijarme en él estaba hablando con Patricia, ahí sentí una pequeña punzada en el pecho. Estaba tan natural, riendo y hablando como si nada, como si yo no existiera y no le hubiera importado absolutamente nada lo que había pasado en el viaje. 

- ¿Estas bien? -escuché decir esta vez a Jesús y asentí por inercia- ¿Estás segura? -volvió a preguntarme y volví a asentir-

Cuando volví a mirarlos a ambos, me miraban con preocupación y fue Oli quien miró hacia a Dani. La rubia soltó un suspiro cansada y me miró.

- Odio a los tíos -dijo y Jesús le dio un codazo- ¿Qué? Es verdad, sois gilipollas. 

- Podemos llegar a serlo sí -admitió mirando a su hermano en un susurro-

Dani tras haber estado un rato hablando con Patri, volvió junto a Jesús sin ni si quiera cruzar su mirada con la mía y decidió hablar. 

- ¿Nos vamos ya? -escuché a Dani decir por primera vez en todo el día- Toca educación física.

Jugar con fuego {Gemeliers}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora