Millac se reunió con unas señoritas nobles, era una situación similar a cuando ella aún era humana pero esta vez decía ser viuda, para evitar que le cuestionaran el por qué seguía soltera, y alejar a los hombres que de lo contrario se abalanzarían. No importa la época, la mayoría de hombres creen que pueden tener a la mujer que desean, simplemente por tener poder. Aunque al menos en este par de últimos siglos, la mujer cada vez más va liberándose
Srita. Millac, ¡qué bueno que nos haya invitado! siempre la veo tan distante aunque se entiende, haber perdido a su esposo aún siendo tan joven, es algo difícil —decía una sra.
Sí, por eso decidí mudarme a este lugar. La muerte de mi esposo fue inesperada... —responde
Pero la dejó bien posicionada y con mucho dinero, fue un buen esposo —dice otra
Millac la vuelve a ver con molestia un momento, pero Alice se acerca y les ofrece té, inmediatamente.
Sí, por favor sírvenos, Alice... —sonríe amablemente diciendo casi inaudible su nombre
Después de superfluas pláticas, las nobles se retiran y Millac respira hondo —Agh, gracias por evitar que hiciera una escena ahí.
No es problema. Ama Millac, pero debería aprender a controlar ese carácter. Apenas unas semanas llegamos a esta ciudad y aún debe presentarse a la sociedad ya que se escuchan malos rumores, pero esta reunión los apaciguará —comenta. Sabía que a Millac no le agradaba que le comentaran que su esposo fallecido e inventado la dejó bien posicionada, ya que siempre ha sido una mujer independiente y todo ha sido por esfuerzo de ella y de nadie más. Lastimosamente en esta época las mujeres no podían hacer tanto por sí mismas y aunque cada vez la iglesia perdía poder, todavía miran mal a las mujeres y hombres hijos de la ciencia, alegando que es magia y son brujos y dependiendo el lugar incluso los ejecutan, aunque a los de la ciudad eso les parece barbárico. A las nobles al menos les enseñaban a leer y ser buenas esposas o en última instancia, monjas. Pero otras de clases "inferiores" terminaban muchas veces en la prostitución.
Alice, tengo pensado salir a algún bar, por si te interesa y cazamos algo juntas —dice
Como diga, ama —responde
Millac y Alice encapuchadas para ocultarse, se dirigieron a las zonas pobres de la ciudad, para evitar ser reconocidas. Visitan varios puntos y bares buscando a alguien apetecible.
No se ve nada interesante, agarremos cualquier cosa, después de todo... —le dice a Alice
Mire aquellos jóvenes molestando a esa chica —dice
Mmm, tú disfrutas hacer sufrir a ese tipo de hombres, aunque lo comprendo, pero huelen asqueroso, solo matémoslos y vayamos por la joven que están acosando, ¿qué te parece?
Como sea —dice Alice
Se acercan y escuchan diciendo a una peculiar joven —les he dicho por tercera vez que me dejen ir, no pueden decir que no les advertí. La chica golpea en la entrepierna a uno cuando la iba a atacar, además, apuñala con rapidez a otro. El tercero la golpea, logrando que el cuchillo caiga al suelo, la agarra del cuello
Zorra, no te dejaré ir —aprieta su cuello y la levanta del piso. La chica comienza a quedarse sin aire
Alice le agarra fuerte el antebrazo al hombre y se lo quiebra, el hombre grita del dolor y la chica cae al suelo, tosiendo repetidamente.
¿Se encuentra bien, srita.? —pregunta Alice
—El hombre se acerca nuevamente, pero Millac desde atrás le quiebra el cuello, matándolo —No te atrevas a tocar con tus inmundas manos a Alice —dice molesta

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Vampiresa
Ma cà rồngEra el siglo IX, una chica normal llamada Millac charlaba con sus compañeros, todos tenían 18 años, había una historia acerca de una cueva, que quien iba nunca regresaba. Entraron y jamás regresaron excepto Millac, la llamaban el milagro y muchos la...