ᴄαρíтυℓσ 08

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—Solo viniste a decirme eso?

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—Solo viniste a decirme eso?

La menor se haría de rogar, quería escuchar más que unas simples frases. Si no era así la verosimilitud en la palabras de Inuyasha decaería y ya no habría acuerdo alguno.


—Sé que actué como un idiota no solo una, dos veces, debí haber entendido desde el primer momento que tu no querías, dinero extra, simplemente fuí testarudo y terminé arruinándolo todo, luego forme aquella escena frente a Bankotsu, simplemente temía que nos abandonaras por él, temía que ya no cuidarás más de Moroha, ella te adora, la razón por la que mantuve silencio todo este tiempo fue mi...mi estúpido orgullo, que siempre está ahí cuando necesito desahogarme con alguien.

La joven dudó y guardo silencio analizando la situación, recojió sus piernas y puso su mentón en las rodillas.

—Inuyasha, debo admitir que...me lastimaste, tus palabras han resonado una y otra vez en mi cabeza, pero si analizamos bien la situación, yo también fui un tanto dura contigo, tu solo querías ayudarme en un principio y yo... no acepte tu ayuda, la pequeña Moroha ha estado pidiéndome todo este tiempo que vuelva al apartamento, sin darme cuenta rompí una promeza que le había hecho.

—Puedes volver cuando quieras, deseas...volver?

La joven pensó en las palabras del chico por un momento, imaginó la felicidad de la pequeña al saber tal noticia.

—Lo haré por Moroha, acepto.

En ese momento sintieron como la puerta fue levemente abierta por una niña pequeña.

—Kagome-chan haz visto a mi ...—la pequeña quedó sorprendida al ver a su papá y a Kagome hablando, a tal punto de dejar caer su oso de peluche ¿ que no estaban peleados?

—Moroha, que haces despierta a estas horas? —preguntó él.

—Qué lo olvidaste? como hoy era tu día libre me prometiste que jugariamos en la nieve, ayer en la noche empezó a nevar, Kagome-chan, te animas a venir con nosotros?

—Pensándolo bien, no, diviertanse ustedes yo...tengo que empacar algunas cosas, volveré al apartamento –—ella sabía las verdaderas intenciones de Moroha.

—Volverás?! —cuestionó con emoción la niña.

—Si – respondió cortante

—Hay mucho tiempo, puedes acomodarlas después – sugirió Moroha —si de eso se trata poseemos todo el tiempo del mundo, pero por favor —hizo puchero mientras juntaba sus dos manitas.

𝐋𝐨𝐨𝐤𝐢𝐧𝐠 𝐟𝐨𝐫 𝐌𝐨𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora