ᴄαρíтυℓσ 19

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—Buenos días, ¿aquí reside Koga Higurashi?

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—Buenos días, ¿aquí reside Koga Higurashi?

El cuerpo de Koga se heló al reconocer la voz femenina al otro lado de la puerta.

—¿Primeramente, quien es usted? — respondió Kagome mientras analizaba de arriba a abajo la chica en frente suyo, cosa que Koga utilizó para huir como cobarde y acostarse en su cama fingiendo estar "dormido"

—Soy Akane Shima, dueña del hostal “Good Night” —la chica oji-café analizó la información brindada.

—Y...¿exactamente en qué puedo ayudarle? – la joven suspiró.

—Señorita, ¿puedo hablar con él? —Kagome negó.

—Él está descansando, no se siente muy bien, pero si quiere le puedo dejar su recado —Akane negó con sus manos.

—No, prefiero hablarlo con usted, solo...¿que es usted de él?

—Perdón, soy una maleducada – habló luego de unos segundos —Yo soy Kagome Higurashi, hermana de Koga —el rostro de su contraria pareció despejarse cuando ella dijo eso.

—Mucho gusto – estrecharon sus manos y la de mechas azules volvió a hablar — Señorita, él se hospedó por un gran tiempo en mi propiedad – tomó unos papeles —Y él me debía, mucho, mucho dinero —ante esto Kagome entendió el mensaje — Exactamente hace....dos días —dijo señaló con sus dedos —. Le amenacé diciéndole que si no pagaba todo el dinero una gran parte de este lo echaría de su hospedaje. No tenía otra opción, acumulaba atrasados dos meses y siempre, de algún modo u otro terminaba escapando. Recientemente me enteré de que Koga había sufrido un accidente, específicamente una sobredósis, entonces pensé en dos opciones, Koga había intentado suicidarse al no tener como pagarme sus deudas..o simplemente había tramado todo para engañarme. Le digo todo esto señorita, porque estoy dispuesta a esta vez arreglar las cosas de manera más factible, no sabe cuán culpable me sentí, pensé que por mi culpa moriría una persona.

Kagome analizó todo en silencio mientras observaba a la fémina de mechas azules, todo tenía coherencia, e incluso, le revelaba la verdad detrás de unos de los tantos enigmas de su hermano, eso la tranquilizaba. Estaba segura de que esa chica venía en son de paz, y no formaría ningún barullo o enredo, sin embargo,  no pudo evitar sentirse mal al oír lo que ella le contaba, su hermano, era un endeudado, un endeudado en quiebra, una copia fiel al imbécil de su padre.

—Quisiera acordar una cita con ustedes para hablar de cómo vamos a resolver este problema.

—¿Qué problema? —se escuchó la voz masculina entre las dos féminas, sobresaltandose esta vez, Kagome.

—¡Papá! —se escuchó a lo lejos a la niña que si bien parecía estar ausente, más bien se dedicaba en sus tiempos libres a jugar uno que otro videojuego.

—¡Princesa! —correspondió al saludo cargando a la pequeña niña y llevándola consigo al sofá, aún así sin apartar la mirada de Kagome.

—Amm... luego nos vemos ¿si? —la azabache se despidió y la chica le dejó un sobre, sintiéndose Kagome muy incómoda con  esos documentos entre manos.

𝐋𝐨𝐨𝐤𝐢𝐧𝐠 𝐟𝐨𝐫 𝐌𝐨𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora