ᴄαρíтυℓσ 23 (2/2)

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—Muchas gracias chicos, pero no era necesario esto —agradeció con una gran sonrisa Kagome

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—Muchas gracias chicos, pero no era necesario esto —agradeció con una gran sonrisa Kagome.

—Ohh, no es nada señora Kagome, disfrute de la navidad junto a el señor Inuyasha y la pequeña Moroha, nosotros podemos quedarnos con Koga, no es ninguna molestia —respondió Hakkaku correspondiendo al gesto femenino.

—Confío en ustedes —aseguró mirando a los dos jóvenes, quienes velarían por el apartamento y su hermano. Mientras tanto Moroha, Inuyasha y ella saldrían a tomar algo y dar una vuelta, aprovechando el buen clima que hoy les brindaba la naturaleza.

—Puede estar segura, nos mantenemos en contacto —dijo para finalizar Ginta.

—Bueno en ese caso, nos vemos, portense bien —añadió con un tono maternal para cerrar la puerta del apartamento y salir.

Luego de haber pasado una mañana entre regalos y risas habían decidido salir de paseo dada la posiblidad. Kagome estaba muy animada, curvando sus labios en una sincera sonrisa; hace algún tiempo no salía a pasear o simplemente a divertirse como diría de manera jovial. Inuyasha y ella habían acordado pasar por un café a alguna cafetería cercana al hotel, luego a algún parque, solamente con la intención de pasar el rato.
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—¿Qué te gustaría tomar princesa? —preguntó Inuyasha mientras miraba a la dependienta.

—Un batido de chocolate, hace mucho tiempo que no lo pruebo —respondió relamiendo sus labios gustosa.

—¿Y a ti? —cuestionó esta vez a Kagome.

—Un expresso.

—Para mi un capuchino por favor —terminaron de ordenar y la camarera de fue poco después de hacer una reverencia. Inuyasha tomo una bocanada de aire para hablar —Ohh les tenía que contar; ha habido grandes avances en los negocios con los inversionistas —la boca de Kagome esbozó una sonrisa.

—Eso es muy bueno, te felicito.

—También, me hicieron una propuesta —movió sus dedos nervioso —Me han ofrecido, quedar como el jefe del departamento de programación de eventos —ambas chicas se miraron con confusión.

—No me lo esperaba —Kagome estaba sorprendida.

—Solo les digo porque...si acepto, eso significaría quedarnos por más tiempo en Tokyo, tal vez, por años —el rostro de Kagome cambió de uno sonriente a uno confundido.

—¿Q-que?

—¡wii! —se levantó de su asiento Moroha, con ambos brazos alzados; pasar más tiempo en Tokyo significa: ¡más tiempo junto a Kagome-chan!

—Aqui su orden señor Taisho —llegó la mesera con las órdenes.

—Gracias —dijo sin apartar la mirada de Kagome. La mesera se retiró y respiró hondo antes de hablar —. Si, lo que oíste Kagome.

𝐋𝐨𝐨𝐤𝐢𝐧𝐠 𝐟𝐨𝐫 𝐌𝐨𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora