Han pasado 7 años desde que aquel virus se extendió por todo Tokio.
Yamaguchi Tadashi intenta sobrevivir otro día más en ese horrible mundo junto a las personas que ahora considera su familia.
Pero al parecer los zombies y la extraña confesión que e...
--- Lo siento Daichi, es mi culpa, sé que Suga necesita sus medicamentos, tendrá que pasar otra noche mal.---
Él rubio se sentía culpable, tampoco tenía cero sentimientos por sus compañeros, digo, era una persona difícil y generalmente parecía indiferente pero estos chicos de verdad le importaban, con los años se ganaron un pequeño pedazo del corazón de Tsukishima.
--- Ya te dije,no te culpes, ¿Cómo ibas a saber que se te pincharia una llanta?, además es mejor saber que están todos a salvo.---
Dijo él mayor mientras se recargaba en él escritorio de la habitación, una tenue luz la iluminaba apenas con una vela y claro la luz natural de la brillante luna. Su rostro no podía mentir estaba preocupado por Suga, esperaba que si pudiera dormir está noche.
--- Pero Suga...---
--- Está bien, yo estoy para él así cómo tú estás para Yamaguchi.---
Tsukishima no hizo más que asentir, ambos tenían un lazo especial con una persona de la casa, quizás por ello se entendían tan bien.
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Nuestro peliverde estaba cambiandose de ropa a una más cómoda y corta, pues él calor era insoportable incluso en la noche, sudaba a chorros últimamente, estaba harto. Tan sólo deseaba que llegará el día de mañana, ya que era "día de ducha", dado a él apocalipsis varios recursos se agotaron o dejaron de "funcionar" ya que se necitaban de los humanos para mantenerse a pie, y uno de ellos era él agua. Algo tan preciado como él agua ahora era difícil de conseguir.
Aunque la calor y su nuevo compañero rondaban su mente, había algo mucho más importante rondando su mente desde hace ya algunos días, eso era la conversación que escuchó sin querer de Tsukishima y Kageyama. No dejaba de pensar en si aquella ¿Confesión?, era real, una broma o sólo producto del alcohol?. Se supone que debió dejar él tema allí esa noche, de verdad intentó no pensar demasiado en esto pero era inevitable, Tsukishima era como su hermano y le importaba cada cosa que pasará por su cabeza. Había un pequeño espejo roto en la pared de la habitación en él cuál pudo notar su rostro, no estaba tan mal, no era feo, pero definitivamente para alguien con expectativas tan altas cómo era Tsukishima, era evidente que su amigo no gustaba de él, sumando la manera en que le trataba, podía decir con claridad que todo fue culpa de lo borracho que estaba esa noche. Al menos.....eso quería creer.
--- Yamaguchi, ¿Que es tan privado que debes ponerle seguro a la puerta?---
--- Tsukki!.... yo..yo..... Estaba vistiéndome...---
Mierda, eso lo tomó por sorpresa, si puso seguro era precisamente para poder tener un tiempo a solas para pensar. Pero Tsukishima si que daba miedo entrando como si nada, maldecía él día en que se decidió que él tendría las llaves de la casa.
