- ____, viniste - sonrió y me abrazó-
-Yo, eh sí.
- Oye, háblame de ti. Quiero saber todo, quiero saber tu historia
- Mi historia...ah...la sigo escribiendo. -¡vaya! que inteligente-
- ¿Es un misterio?
- Exacto.
- De acuerdo, hablar mucho arruina el momento. Ahora observa el atardecer - sonrió-
-Calum -shhh- contestó, que idiota.- El atardecer está por allá - lo señále-
-Ah si, yo...solo disfruto que todos me vean, porque todos quisieran salir con una chica tan bonita como tú. ¿Como logré salir contigo? Dime, fue por mi lindo encanto o..mi lindo trasero?
-Tu modestia. -no lo digo enserio, tranquilas-
Ya era de noche, estabamos en una fogata, calientes, fue maravilloso. No me lo esperaba de un Hood. Michael estaba allí, nos miraba mucho. Cuando lo veo a él y a Calum, no realizo que son hermanos. Son tan diferentes. Uno más tierno, cariñoso, normal. Y el otro, egocéntrico, lindo trasero y mujeriego.
Luego de estar un rato en la fogata, él pregunto de llevarme a mi casa. Obviamente lo había aceptado, no volvería sola. Pero se exactamente que es lo que va a pasar. ''Puedo ir al baño unos segundos'' fue lo que le dije. Él asintió y fue a buscar agua. Nos encontraríamos en el auto.
Necesitaba ayuda, y eso fue exactamente lo que pedí. Me había olvidado completamente de la mini cámara y pedí que una de las chicas viniese a ayudarme.
- ¡Bu! - dijo Beth-
- Quiere llevarme a casa, ¿que hago? ¿y si quiere tener relaciones? ¿si pregunta si tengo ébola? -¿qué? ¿porqué dije eso?-
- Solo respira, eso es bueno. Significa que le gustas.
-¿Crees que intente algo?
- No, pero...puede que quiera un beso. -sonrió- Se mantiene tranquilo en la primera noche. Oye, ¿eres buena besando?
- No lo sé, ¿como puedes saberlo? - ya me puse nerviosa-
-¿Los chicos te dicen que eres buena? - me miró- no contestes, ya entendí. Solo será un beso, recuerda no es dificil. Tendré que mostrarte. -entró al auto-
-¿Ahora? - dije asustada-
- Si, ahora. Ven acá. Te acercas, lo tomas de su lindo cabello y así tendras el control. Que sea despacio, tus labios deben tocarlo pero no tanto. Y entonces le das un lento...beso - me besó, ¿qué?
-¡SANTO DIOS! -gritó un chico, nos habíamos olvidado que estabamos en público, con un auto. Increíble.
