- Silencio - Dije, con intencion de que no me escucharan, intento fallido. - Eh..yo, lo siento.
-¿Tienes algo que decir? - Dijo Heather.
- No, es algo que no me incumbe.
- ¿Que? - Preguntó Beth.
- De acuerdo adivinaré, siempre usa apodos como ''mi amor'' ''mi vida'', pero no es casualidad, es para no confundir los nombres.
Y habla de un lazo no hablado o de una relación especial, pero nunca de una relación seria. Y... se sienten culpables porque las engaño.
- Por dios, ¿estas saliendo con Calum? - ¿Qué? Que ridiculez.
- No, no. Es que conozco a alguien igual.
- Tienes razon siempre me hace sentir culpable.
- Me parece que un chico que te trata así.. - No me dejaron continuar.
- Terminarías con el sí, si. Calum se consiguiría una novia en dos segundos.
- No dije terminar. Tiene que pagar.
-¿ Quien eres? - Preguntó Heather.
- ¡Yo sé! Eres la chica que se tomó un año y fue a rehabiltación- ¿Que?
- Me llamo ____.-
Ya estaba en casa, haciendo los deberes en la cama. Normal.- Tengo una cita - Dijo mi madre.
- ¿Baterista?
- Doctor. Doctor de animales.
- Veterinario, mamá.
- Ah, y a ti te busca una amiga. - Sonrió.Bajé y no estaba solo una persona, estaban las tres.
- Ni siquiera lo conozco - Dije.
- ¿Y que? No conoces a nadie.
- ____, si lo hacemos solas acabaremos una con la otra. Nos trajiste aquí y nos demostraste que tenemos algo en común entre nosotras. - Dijo Carrie.
- Queremos asesinar a Calum Hood. - Woah there. ¿Asesinar?
- Yo...-las miré- Esta bien.El plan iba a comenzar. Pasamos por un cuarto, donde se hacía el diario escolar. Desde aquí se veia todo. Y cuando digo todo, es TODO.
-Ok, comencemos. ¿Que es lo que lo hace un Dios? - Preguntó Carrie.
- Su sonrisa, su perfecto y hermoso bronceado. Sus ojos, sus labios, su pecho...
- Ok, entendimos. Para poder atacarlo debemos hacerlo indeseado.
- Tengo un plan.A partir de ahí, Beth consiguió que Calum vaya a una sesión de fotos para una ''revista''. Pero nadie sabía que clase de revista era. Una revista de herpes, modelo de herpes. Tranquila! Estas leyendo bien. Lastimosamente, Calum Hood se las arregló bastante bien. Inventó que era un embajador del club para personas con herpes. Maldito. Jamas subestimes a tu oponente.