Capítulo 1

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Subí mi vista al cielo. Estaba tan gris, tan opaco.

Suspiré asustada y voltee a ver a mi padre. Quien no se encontraba muy convencido de asistir o no. Pero decidió hacerlo.

-No me gustan estas cosas-dije.

-A mí tampoco-me anuncio seco.

Hace dos días atrás que mi colegio está de luto, por así decirlo. Un chico, un grado más grande que yo, tomó la decisión de suicidarse. Hay muchas especulaciones sobres eso; dicen que lo hizo por sus problemas familiares. Otros dicen que fue por su terrible enfermedad; la diabetes.

Yo me pongo a pensar y llego a la conclusión de que la diabetes no es tan terrible, como para tomar la decisión de no existir. A no ser, que para él fuese mucho.

Llegamos al colegio. Donde de mala gana están velando el cuerpo. Mi madre ayudo a la familia perjudicada con la partida en todo momento. Mi padre dice que eran amigos.

No tuve la oportunidad de conocer al chico. De seguro era introvertido y quizás hasta metalero. Pero, aun así siento pena por sus hermanos y padres. Creo que aún no asumen que el ya no está.

Tomé asiento junto a mi profesora de artes musicales, la cual estaba algo afectada con la noticia.

- ¿Usted lo conocía?-pregunté.

-Era un muy buen alumno, tocaba hermoso guitarra, piano y batería, además de cantar-me explicó.

Asentí torpemente y solo observé el acto de despedida que comenzó a dar el director.

La gente lloraba, la madre del chico cuyo nombre no recuerdo. Gritaba por su niño y un hombre la abrazaba de manera tierna.

Aquello me rompió el corazón y me retire del colegio.

Caminé por los alrededores esperando ver a mi padre salir. Pero nada.

Tomé asiento en el pasto bajo un árbol y miré detenidamente lo que ocurría.

Pude apreciar como un chico salía del lugar. Caminó hacia una camioneta azul y subió a esta. No arrancó, se mantuvo acostado en el asiento de conductor y vi como secaba lágrimas de su rostro. Nuevamente el corazón se me partió.

¿Por qué dios tuvo que crearme con tan buen corazón?. Me puse de pie y caminé hasta la camioneta. Golpee tímidamente el vidrio y el chico subió su vista y comprobé su mal estado de ánimo.

-Disculpa-susurré- ¿te encuentras bien?

Pero que pregunta más torpe, era obvio que el chico no se encontraba bien.

-Si, bien-mintió.

-Oh vamos, te eh visto desde aquel árbol secar tus lágrimas y tu rostro me dice lo contrario. ¿tú eras familiar de él?-nuevamente creo que la cague, era obvio que era un familiar.

-Yo era su hermano, ¿no lo conociste?-consultó perplejo.

-Oh, ya veo. Y no, no tuve la oportunidad de conocerlo-dije semi-sonriendo.

-Increíble, eres la primera persona que me dice que no lo conoció-dijo riendo.

Me sentí aliviada. Por lo menos logre sacarlo una risa.

- ¿Era muy popular verdad?-pregunté.

-Sí, pero no tanto como yo-sonrió y abrió la puerta de su auto.

-Claro-dije envuelta por su ego.

-Aun no puedo creer que no lo hayas conocido-dijo alarmado.

Mi querido ángel (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora