Capítulo 12

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Había pasado los dos días en el hospital, nada extraordinario ni grave había ocurrido con mi cuerpo. Siempre creo que Finn hace esas cosas. Me cura a escondidas.
Días geniales junto a él. Creo que la tal Santana no mandara más torpes mensajitos desubicados de su parte. Finn está cada vez más cercano a mí. Y cada minuto que pasa pienso que no se alejara nunca.

— ¿Nada nuevo en el instituto?—consulté mientras mi ángel tomaba asiento a mi lado y me entregaba la materia pasada.
—Nada—dijo y me dedicó una sonrisa—Solo que te extrañé.

Hace ya una semana que no voy al instituto, el doctor me lo prohibió debía reposar… aunque no sintiera dolor alguno en mi cuerpo.

—Yo también te extrañé—murmuré y comencé a copiar la materia que me faltaba.
— ¡Rachel!—grito mi madre—Te busca un chico.
Mire a Finn y este se encogió de hombros.
— ¿Tienes alguna idea?—le consulté.
Negó con la cabeza.
Me puse de pie y baje las escaleras con cuidado. Llegué a la plataforma y miré a mi madre quien me miraba inquieta.
— ¿Quién es?—consulté en un susurro solo para que ella pudiera oírlo.
Nuevamente recibí como respuesta una encogida de hombros.
Miré hacia la entrada en donde había un muchacho. Su anatomía se me hacía tan familiar.
Miré de reojo hacia la escalera, de seguro Finn sabia y no me quería decir.
Caminé hacia donde el chico y este volteó enseguida. Mi asombro fue tal que no pude evitar llevar mis manos al rostro extrañada.
Las palabras salieron de mi boca solas.
— ¿Ryder?—consulté recordando aquellos tiempos, o mejor dicho… aquel momento.
—Increíble, aun me recuerdas—susurró casi sin voz.
—Oh por dios—murmuré— ¿Qué haces por estos lados?
Se encogió de hombros y entonces recordé que Finn estaba en mi habitación.
—Creo que necesito de tu ayuda—susurró.
Algo dentro de mí se alarmo. ¿Qué necesitaba? Podría necesitar que lo ayude con Finn, o es más; quizás me viene a preguntar qué ocurrió hace dos años.
—Aguarda un segundo, ya vuelvo—dije y comencé a echar vuelo hacia las escaleras.
Llegué a la habitación y entré abruptamente.
Aprecié en un segundo como Finn se enderezaba de la cama y me miraba con sus ojos hermosos, luego reaccione y con mi mano indiqué hacia abajo.
—No me recuerda—me tranquilizó.
—No lo sé Finn—susurré—Parece tan urgido, me comenzara a preguntar cosas de ti y no quiero.
—No hará eso, no te preocupes—dijo y me sonrió.
Todas las interrogaciones que surgían en mi mente se tranquilizaron por un momento y entonces le mire.
—Solo bajo ¿Verdad? Hago como si nada y luego subo para verte ¿Seguro? Finn parece diferente de hace dos años, se cortó el cabello, pero no pude olvidar su rostro.
—¿Se cortó el cabello?—consultó burlonamente.
—Si, esta corto, antes estaba largo ¿tenía un flequillo?—consulté sonriendo ante su expresivo rostro de extrañes.
—Si, un flequillo—dudó por un segundo— ¡Increíble! Aun no puedo creer que Ryder se allá cortado su cabello—volvió a reír pero esta vez era esa risa tan peculiar y extraña en el que me encantaba.
—La verdad no se ve mal, quizá lo hizo por una buena causa o solo se aburrió de su cabello—musité mientras daba media vuelta para marcharme.
—Esto debo verlo con mis ojos—dijo y tomo de mi mano.
—Oh no Finn, ni se te ocurra—exclamé y solté de su mano lentamente.
—¿Por qué no?—dijo— ¿tienes alguna idea de cuánto Ryder amaba su cabello?
Negué con la cabeza. Le sonreí y sacudí sus rulos.
—No puedes bajar entiéndelo, ¿Qué haremos si te reconoce?—consulté.
—Nada, porque no me reconocerá o más bien no me recordara.
Tomo de mi mano nuevamente con firmeza y me jalo lentamente para que bajara a recibir a Ryder.
Los nervios me comían por dentro, el corazón parecía querer salir del pecho y mi pulso no debía ser el mejor.
Ryder volteó al momento en que los pasos se hicieron más próximos a él. Y sonrió. No vi ni una pisca de admiración al momento en que vio a Finn. Me relaje rápidamente.
—Hola—dijo Ryder a Finn.
—Hola—murmuró Finn sin dejar de sonreír.
—Ryder él es Finn, Finn él es Ryder—los presenté, como si nunca se hubieran conocido y trague saliva asustada, con tristeza al pensar que era su hermano pero Ryder no lo reconocería.
— ¿Finn? ¿Finn?—consultó Ryder, y el latir de mi corazón nuevamente amenazaba con dejarme sin vida— ¿Así es tu nombre Finn?
—Finn, pero dime Finn—dijo éste y sonrió.
Nuevamente me tranquilice, un Hudson me ponía nerviosa, dos Hudson me matan del susto.
—Finn—susurró Ryder—mi hermano se llamaba así.
“se llamaba”, me estremecí al escuchar eso.
—Lindo corte de cabello—bromeó Finn, lo codee suavemente y fingí una tos.
Finn carcajeo un poco para dentro. Y luego volvió a ser el chico serio que siempre es.
— ¡Oh!—exclamó Ryder riendo—No digas eso, odio mi corte de cabello ¿Me creerías si te digo que tenía el cabello tan largo, quizás más que tú?
Sonreí… como odiaba aquella situación. ¿Por qué Finn decidió hacer lo que hizo? Ahora serían unos hermanos tan unidos, una familia perfecta.
—Créeme, te creo—susurro Liam.
—Siento interrumpir esta hermosa situación—dije entre dientes—Pero Ryder, ¿Qué necesitabas?
—Oh claro—dijo riendo y mirándome fijamente.
La mano de Finn me soltó lentamente y le mire nerviosa, él estaba pálido, podría jurar que vi como una gota de sudor caí por su frente, y entonces me estremecí lentamente para luego volver mi vista a Ryder.
—Iré por un vaso de agua—susurró mi ángel.
Finn se alejó lentamente hasta desaparecer cruzando el marco de la cocina.
—Lo que necesito es que me narres cada detalle de lo que viste y sentiste el día en que nos conocimos—susurró casi de una manera inaudible.
— ¿Qué?—pregunté tratando de que lo que dijo cambiara.
—Necesito es que me narres cada detalle de lo que viste y sentiste el día en que nos conocimos—volvió a decir.
Le miré perpleja y parpadee un par de veces.
—Lo siento Ryder—susurré—Pero, tengo la mala costumbre de olvidar cada detalle doloroso en mi vida.
—No te preocupes Ryder—susurró Finn a mi espalda—Dinos la hora, el día y estaremos en tu casa narrando cada detalle.
Fulminé a Finn con la mirada ¿Qué hacía?
—Muchas gracias Finn—dijo Ryder y sonrió con aquella picara risa.
—Oh si, muchas gracias Finn—dije con sarcasmo.
Finn me devolvió aquella mirada dulce y con la vista quiso hacerme entender algo que no logre captar.
—Ok, este es mi número de teléfono y la calle de la casa…—comenzó a decir Ryder mientras lo anotaba todo en un pequeño papel que sacó de su pantalón.
Finn recibió el papel y miro extrañado la hoja.
—¿Se mudaron?—comentó y luego se percató de que literalmente la había cagado con aquella pregunta.
—¿Perdón?—consultó Ryder extrañado tanto o quizás más que yo.

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Como veo que les esta encantando la novela, les doy otro capitulo :) disfruten 

Att:Kathi<3 :*

Mi querido ángel (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora