Capítulo 5

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— ¿Qué quieres saber?—consultó.
—Todo, todo lo que pueda salir de tu boca.
—Yo soy un enviado, ósea que tengo una misión que debo cumplir en la tierra. Tú eres mi objetivo, la razón por la que estoy aquí. No debo dejarte caer, no debo dejar que llores o que sufras—tosió un poco y prosiguió—Al parecer estamos conectados, por eso fui yo el elegido. Conectados ¿Por qué? Créeme que no tengo idea. La gente me puede ver y no recordar porque no me necesita. Supuestamente tu tampoco me ibas a recordar pero lo hiciste y eso es lo que me tiene sin respuestas—volvió a fingir aquella tosecita—Ahora, pienso que eres un maldito imán que atrae la mala suerte. No eh tenido un descanso como se debe desde que baje para ayudarte.
Sonreí. Así que... ¿Yo era un maldito imán de mala suerte? Jamás pensé que alguien me iba a decir eso. Siempre eh creído tener buena suerte.
— ¿Eso es todo?—pregunté intrigada. Anhelaba saber más, quería saber más.
El chico asintió.
—Te toca, ahora es tu turno—susurró.
— ¿Qué quieres saber? Si ya lo sabes todo—musité.
—Quiero saber si estoy en lo correcto. Solo dime las cosas básicas.
Asentí y lleve nerviosa una de mis manos a mi cabello.
—B-bueno, mmm… me gusta el color violeta, no soy muy sociable—ya estaba tartamudeando.
—Eso no, eso no quiero saber—me interrumpió.
Subí mi mirada y me encontré con la dulce de él. Finn era un hermoso ángel.
— ¿Qué quieres saber entonces?—consulté.
—Tus hobbies, tus miedos, tus momento más alegres, los que nunca olvidaras. Eso quiero saber.
Asentí nuevamente y proseguí.
—Uno de mis hobbies es tocar la guitarra creo que es lo más hermoso que he echo desde que nací. No existe instrumento que iguale a mis seis cuerdas. Mis momentos alegres, fue…—dudé por un momento— ¿puedo saltarme eso?—le consulté
El chico sonrió y tome eso como un: puedo.
—El momento que jamás olvidare—pensé por un momento—el día en que te vi, el día que marcó mi vida. El momento exacto cuando trate de correr, de olvidar tu rostro. El momento en que caí y me dormí por una semana.
Sentía los nervios de Finn. Un escalofrió recorrió mi cuerpo y pude percibir que a Finn le ocurrió lo mismo.
—No sabía eso—susurró alarmado.
— ¿No sabías que caí en coma por tu culpa?—consulté.
—No fue mi culpa—se defendió.
—Pero ¿de quién? Yo no tengo ninguna enfermedad. No fume nada ese día, solo vi tu rostro y luego ya no vi más.
Finn seguía rígido. No movía ni un musculo de su cuerpo y yo estaba en el mismo estado de shock.
—Lo siento.
Fue lo único que dijo y no hablo más por un buen rato. Yo hice lo mismo. Solo sentía su respiración acelerada haciendo competencia con la mía.
Me di por vencida y subí mi rostro nuevamente.
— ¿Te has enfadado?—consulté.
Negó con la cabeza.
—No puedo creer que yo te haya echo eso—susurró—y me envían a protegerte cuando YO fuí quien comenzó todo.
—Finn, tranquilo—musité y coloque una de mis manos sobre su hombro.
Al hacerlo un choque de corriente me recorrió. Tuve que quitar mi mano de su hombro de una manera rápida y me comencé a sobar. 
—Finn, me tomaste la corriente—dije alarmada por el dolo que sentía.
El chico me miró asombrado y con sus manos tomo las mías haciendo que el dolor de apoco se esfumara.
Pero no se iba.
—Les dije que no iba a poder estar cerca de ti—gimió acelerado al mismo tiempo que se alejaba de mí.
Le mire asombrada ¿por qué se alejaba?
Me puse de pie y me acerque a él. Pero el volvió a retroceder.
— ¿Por qué te alejas?—exclamé.
—Será mejor que tomemos unos metros de distancia, no quiero volver a dañarte—susurro entrelazando sus dedos con sus maravillosos rulos.
—Tú no lo has hecho—grité enfurecida.
Finn me miro de forma extraña y relajo suavemente sus músculos.
Suspiro y se acercó a mí.
—Lo siento—susurró y poso una de sus manos sobre mi mejilla.
Sus manos de un grado de temperatura perfecto. No era frío, ni era caliente. Era neutro.
Sonreí y me calme de inmediato.
— ¿Viste?—susurré—Ya no me electrocutas.
—Si, tienes razón—dijo pausadamente.
Miré esos ojos tan grandes y sonreí. Mi ángel era encantador.
—Será mejor que te lleve a casa—murmuro.
Asentí y traté forzadamente de quitar mi vista de la suya.

Caminamos a casa en silencio. Un silencio completamente agradable para mí.
Llegamos a la puerta y se detuvo.
—Nos vemos cuando me necesites—susurró y se acercó a mí.
—Ok—dije por último.
Beso mi mejilla lentamente. Sus labios rozaron mi piel y una corriente leve y agradable la recorrió.
Mi piel estaba roja. La vergüenza se había apoderado de mí. Solo asentí y gire para entrar en mi casa.

Llegué a casa y no fue una tarde muy agradable, sentía que algo me faltaba. De repente no podía hacer nada sola.
Llegó la noche y con ella mis repentinas ganas de verlo. Cosa rara en mí.
Me dormí tratando de no pensar mucho en él. O él llegaría a mi cuarto preguntando que me ocurría. No podía responderle con un:
-lo siento Finn, quería verte-
Cerré mis ojos y traté de dormir.

Desperté por el sonido constante de mi despertador. Estiré mi mano sin ganas y lo apagué.
Me puse de pie rápidamente.
Me lavé y bajé a desayunar. Fue todo rápido. Caminé casi corriendo para esperar al bus escolar y luego de eso, Llegué a la escuela. Tal y como siempre.
Caminé por los pasillos e ingresé a mi clase de español avanzado.
Tomé asiento de las últimas y observé al profesor hacer el loco frente a todos.
Sentía lastima por él.

La puerta se abrió de golpe y aquello me llamó la atención.
El director puso pie dentro de la clase. Y mis compañeros, “los desordenados”, se sentaron seriamente y trataron de parecer responsables e interesados con la aburrida clase. Reí ante eso.

—Buenos días alumnos—saludó el director.
Todos respondimos al unísono.
—Dos noticias hoy—susurró—La primera es que dos alumnos nuevos se incorporaran hoy a clases. Y la segunda; mañana comienzan los ensayos para el musical de invierno y necesito las inscripciones para la tarde.
Todos se comenzaron a mirar. ¿Quiénes eran los nuevos? 

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¡holaaa! ¿que les esta pareciendo la novela? casi y no subo capitulo hoy, pues el internet sigue fallando, aveces cuando se pone asi, me danganas de tirarla, pero recuerdo que no tengo pa' otra y se me pasa 

Mi querido ángel (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora