Ojos de miel.

Capítulo 21

Mo estaba perdiendo ya la consciencia de tantas veces que lo habían hecho y ya ni sabía lo que había a su alrededor.

Escuchó unas voces, una pudo reconocerla ya que era su madre chillando pero la otra era de un hombre y le sonaba bastante pero no sabía quién era.

Ahí perdió la consciencia completamente.

Cuando la volvió a recuperar vio un techo no reconocido pero con sólo mirar un poco pudo saber que estaba en un hospital y que le habían conectando suero por intravenosa. Le dolía mucho el cuello, bueno, la cara en general y las caderas también.

Se intentó sentar en la cama y ahí se dió cuenta que su madre estaba dormida en un sillón de la sala.

- Ma.- La llamó.- Ma.- La volvió a llamarla al ver que no se despertaba.- ¡MA!- Acabó gritando para ver si le escuchaba.

Yuga se levantó en ese momento y al ver consciente a su hijo se acercó rápidamente a él para cogerle de la mano.

- ¿Como te encuentras?- Le preguntó Yuga a Mo apunto del llanto.

- Me duele todo.- Contestó Mo sin ganas.

- Verás ayer accidentalmente te marcó He Tian y ahora...- La madre paró un momento porque necesitaba aire ya que estaba empezando a llorar.- Ahora tienes todo el cuello y la nariz vendados, puntos en el labio inferior y encima de la ceja izquierda y el pómulo derecho lo tienes completamente morado.- Empezó a llorar todavía más fuerte.- Además He Tian se corrió unas cuantas veces dentro tuya así que lo más probable...

No pudo acabar la frase ya que sus llantos no la dejaban.

- Eh Ma tranquila.- Le intentó consolar el pelirrojo a su manera pero fue en vano.- No llores por favor.

A este paso Mo iba a acabar llorando también, pero cuando Yuga vio eso decidió apretarle fuerte de la mano mientras se secaba sus lágrimas.

- Mo ahora estás marcado por un alfa y no puedes estar con él, pero yo te apoyaré en lo que necesites y siempre estaré de tu lado.- Dijo Yuga firme y segura.- Si quieres tener el hijo o no es decisión tuya, pero si decides tenerlo yo te ayudaré a cuidarlo ya que el alfa no podrá.

El pelirrojo al escuchar todo eso se emocionó. Quería agradecerle con todo su alma pero justamente la entrada a la habitación de ciertos alfas que le arruinaron todo.

- ¿Cómo estás Guan Shan?- Preguntó He Joon con falsa preocupación.

No finjas hijo de puta se que me tienes asco pensaba Mo.

- ¿Te importa que me lleve un momento a tu madre?- Preguntó el moreno.- Te dejo con tu hermanastro.- Dijo al final sin que ni siquiera el pelirrojo hubiera contestado.

He Joon y Yuga salieron de la habitación dejando a solas a He Cheng y Mo.

He Cheng ni siquiera miró a Mo, sólo se sentó en el sillón, que anteriormente Yuga había dormido ahí, y se puso a fumar sin ni siquiera preguntarle al omega cómo se encontraba.

Que incómodo.

Poco después de que se fuera su madre de la habitación se la escuchó desde fuera discutir con su marido.

- Tienes que llevarte a Mo, no lo quiero en mi casa.- Dijo He Joon.- Dáselo a su padre.

- No lo voy a llevar ahí.- Habló Yuga.- No quiero que vuelva a vivir en la miseria y que vuelva a ser el de antes.

- Que más da si tu hijo ya está loco y no se puede solucionar.

- No tienes ni idea, Joon.- Contestó la madre bastante enfadada.- No lo conoces.